jueves, 19 de abril de 2012

ALGUNAS LECTURAS ( SALAS DE ESPERA)


                Últimamente recuerdo mucho al personaje que interpretaba George Clooney en Up in the air, solo que yo me muevo entre salas de espera hospitalarias y salas de espera ginecológicas. En medio de todo esto: la vida; la vida y sus lecturas. No me recuerdo sin un libro en las manos ni en los momentos más felices ni en los menos afortunados. Tiene su lógica, creo.
               Algunos de los libros que han caído en mis manos en el último mes:



-          Bilbao-New York-Bilbao, de Kirmen Uribe. Era una novela que tenía muchas ganas de leer, y la espera ha merecido la pena. Uribe sabe concentrar en apenas doscientas páginas una historia muy personal (la de su familia) a través de recuerdos en apariencia desconectados entre sí. Todo esto tiene lugar durante un vuelo entre Bilbao y Nueva York. Digamos que lo que nosotros leemos es el “Cómo se hizo” de la novela de Kirmen Uribe está escribiendo. Un libro muy recomendable. Premio Nacional de Narrativa 2009.

-          La roja insignia del valor, de Stephen Crane. No me ha gustado tanto como me esperaba. Es una buena novela sobre la Guerra Civil Norteamericana, pero se centra más en aspectos psicológicos (el valor enfrentado a la cobardía) que en aspectos históricos. Creo que podría estar ambientada en cualquier guerra o conflicto y mantendría su vigencia, lo cual es muy positivo. Tengo muchas ganas de leer La gran marcha, de E. L. Doctorow. Todo lo que he leído acerca de ella promete y, además, estamos hablando de un autor de contrastada calidad literaria.

-          Cuentos, de Roberto Bolaño. Anagrama ha editado en un solo volumen los libros de relatos Llamadas telefónicas, Putas asesinas y El gaucho insufrible. Bolaño es Bolaño, y su grandeza incluso se acrecienta en la corta distancia. Algunos textos de El gaucho insufrible son verdaderas piezas maestras. El relato Sensini que abre Llamadas telefónicas me parece magnífico. Grande Bolaño.

-          Otros colores, de Orhan Pamuk. Se trata del único libro, junto con Me llamo rojo, del autor turco que tenía pendiente. Pequeños cuentos, crítica literaria, ensayo, textos autobiográficos y algunas entrevistas conforman un collage brillante para comprender muchas de las obsesiones de este gran escritor. Aún no he leído nada de Pamuk que no me haya gustado, lo cual me preocupa. O bien no tengo sentido crítico o bien Pamuk ya se ha convertido en un viejo compañero de viaje. Qué más da...

-          Libertad, de Jonathan Franzen. Ya casi todo se ha dicho de esta novela. La mayoría de cosas han sido positivas. Creo que es una gran novela. No me atrevo a decir más. No sé si es la obra maestra que muchos han querido ver. Pienso que sólo el tiempo lo dirá. Lo que sí estoy seguro es que muchos de sus personajes y muchas de las situaciones por las que estos pasan están narradas con fuerza y brío, y estoy convencido que es una novela que tardaré muchos años en olvidar. Muy, muy recomendable.


          
-     Del boxeo, de Joyce Carol Oates. Breve pero intenso ensayo sobre el mundo del boxeo.  Oates es una escritora asombrosa, y vuelve a demostrarlo con estas pequeñas píldoras llenas de pasión y sabiduría. Gran aficionada al boxeo y dotada de una clarividencia extraordinaria para describir los detalles del mundo pugilístico, Joyce Carol Oates firma un libro que es ya un clásico para los aficionados al boxeo, a la literatura, a la vida.



              Pero en realidad, y al margen de calidades y gustos personales, lo más importante es que estos  libros han cumplido perfectamente su papel en este determinado momento de mi vida: llenar esas horas vacías en las que uno tiene el riesgo de pensar más de la cuenta en determinadas cosas. Ahora le toca a Thomas Pynchon, al gran Thomas Pynchon, cumplir esta misión con Mason y Dixon. De momento lo está consiguiendo, y con creces...


3 comentarios:

  1. De todos los libros, creo que intentaré coger prestado de esta magnifica biblioteca el de LIBERTAD, me ha encantado tu articulo. un beso.
    He buscado el sosiego en todas partes, y sólo lo he encontrado sentado en un rincón apartado, con un libro en las manos.
    Thomas De Kempis

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  2. Marco, me ha gustado tu artículo.

    Es una suerte ser aficionado a la lectura, siempre se puede recurrir a ella y llenar momentos que de otro modo, pesarían demasiado.

    Un abrazo.

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  3. No he leído ninguno de los que comentas, así que tomo nota. un gran abrazo en el día del libro!!

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