tag:blogger.com,1999:blog-8226320081349493112024-03-13T08:36:26.333-07:00ÍTACA DESHABITADAMARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.comBlogger37125tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-843396859863112942014-01-15T23:20:00.000-08:002014-01-15T23:20:46.904-08:00Problemas de stock, promesas, listas y efemérides<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
Los Reyes Magos dejaron en casa un vale regalo de la librería que suelo transitar. Rápidamente mi cabeza comenzó a hacer cálculos para ver cuál era la mejor forma de gastar su importe: </div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<br /></div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
a) En un solo libro. Bien, pensé, hay algunos libros que me apetece leer pero que, por su volumen o por su edición, cuestan un buen pico: Jota Erre, de William Gaddis o El plantador de tabaco de John Barth son dos de ellos. Esta opción tiene el claro inconveniente de... ¿y si el libro no me gusta?</div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
b) Dos libros de precio medio. </div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
c) Tres libros en edición de bolsillo.</div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<br /></div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
Vale, los inconvenientes de las opciones b) y c) son los de siempre: el escaso stock de ciertas librerías. La absoluta rapidez con la que desaparecen los títulos para dar paso a otros de recientísima aparición. Hace apenas unos meses uno podía comprar sin problema ciertos títulos que, de repente, han desaparecido y han dado paso a otros que, sinceramente, no me despiertan el mismo interés. Seguro que el problema es mío, y no del magnífico fondo editorial de ciertas librerías (Modo irónico activado, claro) Uno no puede dudar cuando ve un libro que le apetece tener. Si dudas, y yo soy una duda andante, lo que te pasa es que, cuando resuelves esa duda, ya es tarde: siempre es demasiado tarde. </div>
<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
El problema se resolvió como siempre: más de una hora dando vueltas por los estantes, repasando y volviendo a repasar los títulos disponibles, para terminar encargando dos libros y llevándome uno de los diarios de Trapiello (que estoy disfrutando en estos momentos). Así que ahora toca seguir esperando; espera que se hace más llevadera con la maravillosa y abultada lista de títulos pendientes por leer o releer que se van felizmente amontonando en las estanterías de casa. Por cierto que Santa Claús le ganó este año la partida a los tres magos y me dejó junto al Belén un libro que llevo años queriendo leer pero que, el miedo ante su volumen (casi dos mil páginas) y la prudencia ante su precio (no, no hablemos de dinero tratándose de buena literatura) me llevaban a postergar año tras año su lectura. Bien, ya no tengo excusa, y en este año que amanece leeré, si Dios quiere, la Vida de Samuel Johnson de James Boswell (en una maravillosa edición, como siempre, a cargo de Acantilado)</div>
<br />
<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoBZ5d4QvwkSZUXMs5i8a2Xb3v0QIkgU6XvGhyE8F5-7QHWuhD2DYKYrzcl9eXSFMNJogw72Kdk72PX_T3vPjoFjFzw8x9X3AO0ADPbVvMijCnWSbo0gtzZWHzVyNjUErzRW7mQrO5FzE/s1600/samuel+johnson.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" closure_lm_36415="null" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoBZ5d4QvwkSZUXMs5i8a2Xb3v0QIkgU6XvGhyE8F5-7QHWuhD2DYKYrzcl9eXSFMNJogw72Kdk72PX_T3vPjoFjFzw8x9X3AO0ADPbVvMijCnWSbo0gtzZWHzVyNjUErzRW7mQrO5FzE/s1600/samuel+johnson.jpg" height="320" hua="true" width="197" /></a></div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
Las promesas de este año son las mismas que, como debe ser, incumplí sistemáticamente el año pasado: leer menos y escribir más. Aunque este año, y ahí radica la diferencia, ese “escribir más” no va a significar “publicar más en el blog o en otros blogs”. No, eso me creó el año pasado un estrés (yo es que me pongo nervioso de nada) que me llevó al famoso bloqueo. Sí, fue el 2013 un año ágrafo. Este año toca llenar cuadernos de letras y, si queda algo de tiempo, llenar más cuadernos con más letras. </div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<br /></div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
Y para terminar esta parrafada que me devuelve el eco de mi voz, un clásico: los mejores libros que leí durante 2013. Fue un año de varias relecturas (como viene siendo habitual desde hace tiempo), de mucho ensayo y mucha poesía y algunas novelas y algunos relatos. El mejor ensayo que leí fue, sin duda, Hombres representativos, de mi admirado Ralph Waldo Emerson. La relectura de Walden de Thoreau me dejó sentimientos encontrados: la sensación de que hay capítulos aburridísimos y otros, los mejores, que le deben mucho al propio Emerson. Pero sigue pareciéndome una lectura más evocadora que otra cosa, algo casi mítico que no nos lleva a plantearnos su verdadera calidad. La mejor novela, como siempre que en un año leo algo de Dickens, fue Casa desolada. Lo de Dickens es puro milagro, como Cervantes, Tolstoi o Joyce. Una celebración del arte de narrar. Y luego, claro, su poderosa imaginación y su piedad hacia los personajes más desvalidos. También disfruté mucho con la novela de Trapiello Ayer no más. Sí, habla de la Guerra Civil, pero sin heroísmos ni maniqueísmos. Expiación, de Mcewan y Cuando fuimos huérfanos, de Ishiguro, me parecieron excelentes artefactos narrativos, de dos autores de los que no me importaría seguir adentrándome más en su obra. Releí también excelentes relatos (como siempre) de ese maestro que es Raymond Carver (su relato “Leña” me parece de lo mejor que he leído en este complicado género), de Jack London (uno siempre guarda sus momentos de secreto bovarismo) o de Ignacio Aldecoa (qué buenos son sus relatos y que poco se habla en este país tan “especial” de este autor. ¿Y por qué me empeño en extrañarme de ciertas cosas?) Volví a leer la obra completa (cinco poemarios) de Claudio Rodríguez. Y no deja de maravillarme que Don de la ebriedad lo escribiera antes de los 18 años. Lean, por favor, este poemario tan solo e imagínense a un chico de esa edad escribiéndolo. En fin. Muchos otros libros disfruté en este 2013 que se nos fue, pero tampoco me apetece extenderme mucho más. </div>
<br />
Que tengan un feliz año lector en 2014, y que los problemas, que seguro llegarán, no nos hagan tan tristes como para dejar de pasar, al menos unos minutos al día, en compañía de un buen libro.<br />
<br />
CODA: 2014 es el quinto año de este deshabitado blog. En Ítaca no suelen celebrarse estas cosas, pero uno no es ajeno a ciertas efemérides. El eco de mi voz me devuelve una carcajada...MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-84048781075744577322013-12-03T02:15:00.000-08:002013-12-03T02:15:24.815-08:00Yo a tu edad ya había leído dos veces Los Miserables (y sin saltarme la batalla de Waterloo) Recuerdo muchas conversaciones con mi padre sobre literatura. Yo le insistía y le recomendaba autores más o menos recientes, y trataba de “vendérselos” bajo la premisa de que su forma de escribir era muy “original”. Él, con paciencia de padre, leía mis recomendaciones y luego me decía: “Está muy bien, pero... esto ya lo hacía tal o cual autor.” Entonces yo iba a su biblioteca y le “robaba” tal o cual libro de tal o cual autor y, efectivamente, me daba cuenta de que lo que yo creía “original” no era más que un mero volver a lo que ya se había escrito, muchas veces siglos atrás. Pero yo, como buen hijo, jamás lo reconocía en su presencia. Y pasaron los años y las lecturas. Su forma de recomendarme libros era siempre igual, con sutileza, con fina ironía (“¿todavía no has leído a Milton?” “yo a tu edad ya había leído dos veces Los Miserables, y sin saltarme la batalla de Waterloo”). Poco a poco, pero sin querer darle la razón, fui leyendo todos los libros de su biblioteca y los fuimos comentando en largas charlas. Yo veía eso como algo normal de mi vida: hablar de libros, de películas o de pintura con mi padre. Para mí no era algo especial, era lo que yo creía que todos los padres hacían con sus hijos. No era algo por lo que darle las gracias. Como siempre me ha pasado me equivoqué. Así que...gracias.MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-88684662158886868472013-03-26T00:35:00.000-07:002013-03-26T00:35:22.687-07:00Y el libro que está leyendo Richard es...<br />
" Patty conoció a la goma de borrar la bochornosa mañana de un domingo de agosto, cuando regresó de correr y lo encontró sentado en el sofá de la sala de estar, que parecía más pequeña ante tal corpulencia, mientras Eliza se duchaba en el indescriptible cuarto de baño. Richard vestía una camiseta negra y leía un libro de bolsillo con una uve en la cubierta."<br />
<br />
(<em>Libertad</em>, de Jonathan Franzen. Editorial Salamandra. Página 90.)<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkeWLkK7iJqhgpeGMV191JXHQNLX8kWEjPZ58TPuEyg86PDsNndTQ3jSb29XnpXaN7sUjJ5SPXfkpWsL9OBXrZ3jG6JbpKd1Vb-z1-zvYUrgzAxpmBz1YaaFV7EsGxV7IQmCvhjgGmc60/s1600/v_hb.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkeWLkK7iJqhgpeGMV191JXHQNLX8kWEjPZ58TPuEyg86PDsNndTQ3jSb29XnpXaN7sUjJ5SPXfkpWsL9OBXrZ3jG6JbpKd1Vb-z1-zvYUrgzAxpmBz1YaaFV7EsGxV7IQmCvhjgGmc60/s320/v_hb.jpg" width="224" /></a></div>
<br />
MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-83554821125904533972013-03-22T08:36:00.000-07:002013-03-22T08:36:08.800-07:00EL SUNSET LIMITED<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hay libros que pueden ser leídos en una tarde, pero que necesitan<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>meses o años para poder ser digeridos. Eso es lo que sucede, por ejemplo, con <i>El Sunset Limited</i>, de Cormac McCarthy. De este escritor norteamericano, poco amigo de las entrevistas y las fotos (un caso parecido, aunque menos obsesivo, que el de J.D.Sallinger o Thomas Pynchon) ya había leído dos novelas, ambas magníficas: <i>La carretera</i> y <i>Meridiano de sangre. </i>El tema apocalíptico sobrevolaba con mucha fuerza en las dos. La prosa de McCarthy es seca pero perfecta en su construcción. Tiene esa aspereza que poseen los últimos discos de Tom Waits. Otra cosa que me gusta de este autor es que no rehuye ningún tema importante. Para él la literatura es precisamente eso: hablar de la muerte, de la vida, de la violencia, de la relación entre padres e hijos, de la fe o su ausencia. Este último tema, el de la fe o su ausencia, es el que articula el profundo discurso de <i>El Sunset Limited.</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQE-zHVIXRQQRooBl32Tz-6LehXWTJkmHagif8NzMv2P5mW-amGf30iQntfvKbzVQRjZM1OnRpezWOytbfVWh9E8YtNYxYoO1RyZpxHMhZy9mV4h9GWtrhxbqd17pfVhTwpWmnbnj7qzQ/s1600/el-sunset-limited-cormac-mccarthy.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQE-zHVIXRQQRooBl32Tz-6LehXWTJkmHagif8NzMv2P5mW-amGf30iQntfvKbzVQRjZM1OnRpezWOytbfVWh9E8YtNYxYoO1RyZpxHMhZy9mV4h9GWtrhxbqd17pfVhTwpWmnbnj7qzQ/s320/el-sunset-limited-cormac-mccarthy.png" ssa="true" width="188" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Planteada como una especie de obra de teatro, toda la acción transcurre en una habitación y no tenemos más personajes que Blanco y Negro. Blanco se ha intentado suicidar arrojándose a las vías del Sunset Limited, pero Negro le salva la vida. Una vez en el apartamento de Negro, los dos comienzan una larga conversación en la que cada uno parece representar una de las dos formas de afrontar la vida: con fe o sin fe, con esperanza o sin esperanza. Negro es una persona con poca cultura, que frecuentó los ambientes carcelarios, que fue violento y que, precisamente en la cárcel, encontró la fe en Dios y en su promesa de esperanza. Blanco, por su parte, es una persona con una profunda cultura, profesor universitario, pero con una visión de la vida que roza el nihilismo, hasta el punto de planear su propio suicidio. Lo curioso (y lo valioso) es que (parece) que el autor no toma partido por ninguno de los dos. McCarthy deja hablar a sus personajes, que se expresen con sus palabras, que planteen su forma de ver y entender el mundo. Hay muchos momentos de la historia en la que nos sentimos más identificados con Negro, pero luego llega Blanco y expone sus argumentos con tanta contundencia que nos sentimos inclinados hacia ellos. Y así toda la obra. Es como un combate de boxeo. Es como la vida. No obstante, y aquí me arriesgo a opinar, no podemos olvidar quien de los dos ha intentado suicidarse, quién no ha sido capaz siquiera de vivir. La fe de Negro, aunque a veces expresada de forma burda (es un hombre con poca cultura), le ha permitido vivir y salir de un mundo, la cárcel y la violencia, del que parecía condenado de manera perpetua. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Días después de concluir la lectura de <i>El Sunset Limited</i> hay una cosa que echo de menos en esta obra de McCarthy; echo de menos la existencia de un tercer personaje, Gris, que combine de algún modo las visiones que del mundo tienen Blanco y Negro. He pensado mucho en eso estos días, hasta que he llegado a una conclusión, seguramente muy atrevida pero que a mi me vale: Gris soy yo; Gris eres tú; Gris somos todos. Todos y cada uno de los lectores de <i>El Sunset Limited</i> somos ese tercer personaje que no aparece en la obra, combinación lógica de esos dos seres que habitan la habitación y el libro. La mayoría de las personas que conozco son Gris. Aquellos que no creen en nada terminan profesando la fe en algo. Aquellos que son creyentes no están exentos de dudas y miedos, de desesperanza y confusión. Ese es el gran acierto de esta obra: que nos retrata a todos desde la representación de dos opuestos. Negro a un lado de la habitación, Blanco al otro lado y yo, con el libro entre las manos, ocupando esa amplia zona gris.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5kV-b2JBMHGQu7mu25kVvSmKyHG98Nw62Ciq6LUl7bTgumZTY1Huo5AeT-ceWM4U3MHOCplJGuIviA04EZ-O8OQjehp57NC4gmAbzo47PXRtL5DMFpZwjC50aDGtpK2DjOtWpnLVsKLQ/s1600/the+sunset+limited+2.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="172" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5kV-b2JBMHGQu7mu25kVvSmKyHG98Nw62Ciq6LUl7bTgumZTY1Huo5AeT-ceWM4U3MHOCplJGuIviA04EZ-O8OQjehp57NC4gmAbzo47PXRtL5DMFpZwjC50aDGtpK2DjOtWpnLVsKLQ/s320/the+sunset+limited+2.png" ssa="true" width="320" /></a></div>
(Imagen de la adaptación cinematográfica de <em>El Sunset Limited</em>)
MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-50645575229349607802013-03-08T04:25:00.001-08:002013-03-08T07:45:44.121-08:00CANON<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"> </span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"> ...Safo, Virginia Woolf, Joyce Caroll Oates, Ursula K. Le Guin, Alice Munro, Doris Lessing, Margaret Atwood, Emilia Pardo Bazán, Cecilia Bohl de Faber, Adelaida García Morales, Carmen Laforet, Almudena Grandes, Belén Gopegui, Gabriela Mistral, Herta Müller, Gioconda Belli, Jane Austen, Emily Brontë, Charlotte Brontë, Mary Shelley, Louisa May Alcott, Sor Juana Inés de la Cruz, Santa Teresa de Jesún, Rosalía de Castro, Simone de Beauvoir, Elvira Lindo, Olvido García Valdés, Amy Tan, Dorothy Parker, Emily Dickinson, Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, Carson Mccullers, Toni Morrison, Anne Tyler, Harper Lee, Marilynne Robinson, Edith Wharton, Margaritte Yourcemar, Alfonsina Storni, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Lucrecia Hoyos, Amparo Hoyos, Magdalena Carrillo, Mer Sol, Yolanda Nava, Ana Vivancos, Lara Hernández Abellán, Geli, Tula, Fina Fernández, Fergal Ferrero Nogal, Eulalia Rubio, Asunción Serra, Ana María Maciá...</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxD6dn3I7UV50IVX7jc8autwvtmCL7dSBoOhGIUJut91EUR3jy1j_kz6Vp3CuKCBXQxxX20dnVPkOyhSMrspfTRd_XJ8MhvpKyWnUaGwePLGk0Dqyjokk6UvZJ5bPoz-fWCxIvROjjj8g/s1600/Escritoras.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" jsa="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxD6dn3I7UV50IVX7jc8autwvtmCL7dSBoOhGIUJut91EUR3jy1j_kz6Vp3CuKCBXQxxX20dnVPkOyhSMrspfTRd_XJ8MhvpKyWnUaGwePLGk0Dqyjokk6UvZJ5bPoz-fWCxIvROjjj8g/s1600/Escritoras.gif" /></a></div>
MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-45888055439686996502013-02-21T02:49:00.000-08:002013-02-21T02:49:19.457-08:00EL PROBLEMA DE CIERTOS (MUCHOS) LIBROS<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Hace mucho tiempo que no leo eso que, por consenso o comodidad, hemos decidido llamar <i>bestsellers</i>*. Dejé de hacerlo hace tanto tiempo que casi había olvidado las razones que me llevaron a tomar dicha decisión. Durante las pasadas navidades uno de los regalos que recibí fue, sin embargo, uno de estos libros. Después de ver cómo no encontraba acomodo entre las baldas de mi biblioteca, hace una semana decidí emprender su lectura. El libro en cuestión (aunque creo que esto es lo de menos) es <i>La confesión</i>, de John Grisham. Nunca he leído nada de este <i>experto</i> en thrillers judiciales. A pesar de que el tema sobre el que versa el libro (la pena de muerte) me resulta sumamente interesante y a pesar, otra vez, de que solo llevo leído un tercio del libro, ya he recordado las razones que me llevaron a dejar de leer este tipo de <i>literatura</i>. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8TICkFT5cPfmEUNPxVMGr4n5XLuMUyrdQAK9HZodRizC2Dr-zeSfDL71sdqbQfeComAFVsDHiCxottjGmipxzhkilPFK-0Lvvqso5TuUY4YW6RI2PMggsFneSi1ctSF8Q5w06GZ3uO-k/s1600/imagesCAZL0FT2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" mea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8TICkFT5cPfmEUNPxVMGr4n5XLuMUyrdQAK9HZodRizC2Dr-zeSfDL71sdqbQfeComAFVsDHiCxottjGmipxzhkilPFK-0Lvvqso5TuUY4YW6RI2PMggsFneSi1ctSF8Q5w06GZ3uO-k/s1600/imagesCAZL0FT2.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
-<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span>John Grisham opina todo el tiempo. Utiliza cualquier personaje para dar su opinión sobre determinadas cuestiones. Sermonea. Manipula. En definitiva, hace trampas. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
-<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span>John Grisham debe pensar que yo (su lector) soy idiota. No contento con explicarme cada una de las acciones que acontecen en su libro, lo hace dos, tres, cuatro y hasta cinco veces, en un exceso de subrayado digno de un niño de párvulos. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
-<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span>Reconociendo la <i>habilidad</i> de John Grisham a la hora de construir su trama, yo (su lector) echo en falta todo el tiempo esa <i>chispa</i>, es plus que marca la diferencia entre estar leyendo una sentencia judicial y esta leyendo una novela. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
-<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span>Reconociendo, así mismo, lo injusto que es comparar autores, no puedo evitar, desde que comencé la lectura de <i>La confesión</i>, dejar de pensar en <i>A sangre fría</i>, de Truman Capote, y en como Capote ni miente, ni subraya, ni piensa que yo (su lector) soy idiota. Capote me deja pensar; Grisham me impone sus tesis (algunas de las cuales comparto, aunque eso, otra vez, es lo de menos).</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfgO1obnJHAlTUKnipi64MzrADMYtPl-9tDy9zSvsh1G-p4p-xVJsrxdybtX9ZwuiZnVccuk6A_2aQBh3HTILo5tOrHKWP_LJparc3Zex1jAa-x8LNUUikVBH78ruFoiosGI5rnNFRpV8/s1600/CAPOTE.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" mea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfgO1obnJHAlTUKnipi64MzrADMYtPl-9tDy9zSvsh1G-p4p-xVJsrxdybtX9ZwuiZnVccuk6A_2aQBh3HTILo5tOrHKWP_LJparc3Zex1jAa-x8LNUUikVBH78ruFoiosGI5rnNFRpV8/s1600/CAPOTE.bmp" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 35.25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.25pt;">
John Grisham, como tantos otros de los que ni me apetece hablar, no es un escritor, es un comerciante, un experto en vender su producto. En el fondo le da igual que ese producto sea un <i>libro</i> o una docena de churros (con todo mi respeto, claro, al gremio churrero, al cual respeto mucho más que al del señor Grisham, pues al menos ellos no pretenden engañarme dándome gato por liebre). Imagino que terminaré <i>La confesión</i>, al menos para saber cómo termina el asunto, aunque si llega el caso y ya no puedo más, apelaré al artículo 3 de los <i>Derechos del lector</i> según Daniel Pennac. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.25pt;">
* La palabra <i>bestseller</i> me parece, como tantas otras, muy inapropiada para lo que quiero expresar en este artículo. Las ventas que genere un libro no tienen, en muchas ocasiones, nada que ver con su calidad (otras muchas, lamentablemente, si). Grisham vende millones de libros y es un nefasto escritor, por las razones arriba argumentadas. John Le Carré es un gran escritor de novelas de género (espías, thrillers de denuncia, ...) que vende millones de libros. Isaac Asimov era un habilísimo constructor de tramas de ciencia ficción, un honrado mago del entretenimiento más sano, que no engañaba a nadie y que, también, vendía millones de libros. Morris West escribió algunos libros muy interesantes sobre las intrigas vaticanas y la curia papal, como <i>Las sandalias del pescador</i> o <i>Eminencia</i>, y también vendió millones de libros. En fin, creo que está bastante claro...</div>
MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-87916458046953601632013-02-03T23:48:00.001-08:002013-02-03T23:48:42.875-08:00Madame Bovary
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Leyendo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Madame Bovary</i> me encuentro con el
siguiente diálogo (capítulo 2 de la Segunda Parte) entre el boticario, Carlos,
Emma y León:<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>“-… Y si a la señora le gusta la
jardinería, podrá…<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>- Mi mujer no se ocupa de eso – dijo
Carlos-, prefiere aunque tiene recomendado el ejercicio, quedarse en casa
leyendo.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>- Como yo – dijo León-, ¿y qué mejor
ocupación que permanecer al lado del fuego con un buen libro, mientras que el
viento suena en la calle y azota los cristales del balcón?<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>- ¿No es verdad que sí?- exclamó
ella fijando en él sus grandes ojos negros muy abiertos.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>- No se piensa en nada, las horas
pasan; paséase uno sin moverse por los países que cree ver, enlazándose el
pensamiento con la ficción se goza de los detalles, se sigue el hilo de las
aventuras, mezclase con los personajes, en una palabra, parece que uno palpita
bajo sus vestidos.”<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Evidentemente se trata de uno de los
temas clave de la maravillosa novela de Flaubert. Sin embargo, no quiero hablar
ahora de eso (ya lo haré más adelante, o no). El caso es que este diálogo en el
que se habla de lo que es la esencia del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bovarismo</i>
me ha hecho recordar el punto 6 de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Derechos
Imprescriptibles del lector </i>que Daniel Pennac coloca al final de su ensayo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Como una novela: <o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5unhzW8JJUnZ6UAT7X_vAkUoxZuRsDSYBK89tw_y0prONMJly8b0EhyphenhyphenhBEYUGpup1BYYGnVQHr-2t0nbnkVzARj5RQbDq-ZKlbD3htJq1RtNBk6YzUCUzI_Mc2qfyAT1a-vwpnqQe5RA/s1600/alexandr-deineka-muchacha-con-un-libro.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5unhzW8JJUnZ6UAT7X_vAkUoxZuRsDSYBK89tw_y0prONMJly8b0EhyphenhyphenhBEYUGpup1BYYGnVQHr-2t0nbnkVzARj5RQbDq-ZKlbD3htJq1RtNBk6YzUCUzI_Mc2qfyAT1a-vwpnqQe5RA/s1600/alexandr-deineka-muchacha-con-un-libro.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>6<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 2;"> </span>El derecho al bovarismo<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>(enfermedad de transmisión textual)<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Eso es,
grosso modo, el bovarismo, la satisfacción inmediata y exclusiva de nuestras
sensaciones: la imaginación brota, los nervios se agitan, el corazón se
acelera, la adrenalina sube, se producen identificaciones por doquier, y el
cerebro confunde (momentáneamente) lo cotidiano con lo novelesco. (…)<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">(…) De ahí
la necesidad de acordarnos de nuestras primeras emociones de lectores, y de
levantar un altarcito a nuestras antiguas lecturas.(…)”<o:p></o:p></span></span></div>
(Del texto de Daniel Pennac, <em>Como una novela</em>, Editorial Anagrama, Colección Argumentos)<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span></div>
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Creo
que uno es lo que ha leído, el cine que ha<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>visionado o las canciones que ha escuchado. De vez en cuando conviene
dejarse arrastrar por el bovarismo, al menos para no olvidar las razones que
hoy nos hacen ser de una determinada manera. </span><br />
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"></span><br />
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><a href="http://itacadeshabitada.blogspot.com.es/2010/10/ediciones-forum-sa.html">http://itacadeshabitada.blogspot.com.es/2010/10/ediciones-forum-sa.html</a></span>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-29266321872363115672012-12-31T02:54:00.001-08:002012-12-31T02:54:30.623-08:00DIEZ LIBROS<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia;">Los diez mejores libros que leí durante 2012.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia;">1.- Lincoln, de Gore Vidal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia;">Ya hablé de este libro largo y tendido en una entrada del blog. Poco más que añadir a una novela tan atrayente como estimulante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia;">2.- Libertad, de Jonathan Franzen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia;">Franzen es un gran escritor. Ahora está de moda darle palos por todos lados, pero mucho me temo que su obra finalmente se impondrá. Aquellos a los que solo les gusta la experimentación no encuentran en Franzen nada especial, pero no se dan cuenta que lo que ha hecho Franzen es lo más vanguardista que hoy se puede hacer con una novela: escribirla al modo más clásico posible. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia;">3.- Relato soñado, de Arthur Schnitzler.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia;">Descenso a los infiernos en una sola noche, en apenas ciento veinte páginas, de un joven médico en la Viena más crepuscular jamás imaginada. La estructura simétrica de la obra es absolutamente genial. Su versión cinematográfica es Eyes Wide Shut, la última película que rodó Stanley Kubrick y que es fiel al texto pero trasladándolo al Nueva York actual. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjQsvoFNUuimaiCcomZ2yLvkgJwWw2DEEmVXkyat4QvIzPH9NM89DDdx2xjOcDtLidT1zRYYChYShWhG5FCbGz-25K4O0cwNCOzTg_StwtIyyu0KFsl2tb2jgdMopxSW5AHhC99NVjxSo/s1600/relato-sonado-arthur-schnitzler-L-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" eea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjQsvoFNUuimaiCcomZ2yLvkgJwWw2DEEmVXkyat4QvIzPH9NM89DDdx2xjOcDtLidT1zRYYChYShWhG5FCbGz-25K4O0cwNCOzTg_StwtIyyu0KFsl2tb2jgdMopxSW5AHhC99NVjxSo/s1600/relato-sonado-arthur-schnitzler-L-1.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia;">4.- Del boxeo, de Joyce Carol Oates.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia;">Carol Oates es una de las mejores escritoras vivas. Polivalente donde las haya, la norteamericana sabe contagiar a sus escritos de ese extraño pulso narrativo que consigue engancharte a cualquier historia. En esta ocasión comparte con nosotros, sus fieles lectores, una de sus grandes aficiones: el boxeo. Como a todos los que nos gusta el ring, Carol Oates parte de una clara premisa: el boxeo no es un deporte, ni un arte, ni una disciplina. Es otra cosa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="FR" style="color: #333333; font-family: Georgia; mso-ansi-language: FR;">5.- Mason & Dixon, de Thomas Pynchon. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia;">Partiendo de un hecho histórico, el escurridizo escritor Thomas Pynchon plantea una novela de mil páginas en las que el humor y la ternura se dan la mano de una forma asombrosamente natural. Una verdadera obra maestra. Me da rabia que a Pynchon se le cuelgue el calificativo de “autor difícil”, pues su literatura es una auténtica celebración del arte de contar historias. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia;">6.- La gran marcha, de E. L. Doctorow.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia;">Una de las mejores novelas sobre la Guerra Civil Norteamericana que he leído nunca. Doctorow nos cuenta la epopeya de </span><span style="font-family: Georgia;">la marcha del ejército de la Unión al mando del general William T. Sherman por territorio confederado, atravesando los Estados de Georgia y las Carolinas en 1864-1865. Con una amplia galería de personajes de todos los estratos sociales, Doctorow radiografía el alma americana con tanta precisión como sencillez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Georgia;">7 .- Las cuatro reinas, de Barry Gifford.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Georgia;">Me encanta Barry Gifford. Me gustan sus novelas, sus cuentos, sus ensayos sobre cine negro, su biografía de Kerouak y sus poemas. La poesía de Gifford, como en <i>las cuatro reinas</i>, bordea el haiku hasta extremos impensables. Poemas con dos, tres palabras que crean todo un mundo, todo un universo. Cada verso es como un navajazo al alma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDu7ianPa9NOKPTMS8RM6li0X5NfdSUOOHBIatf3nQjNgwac03ZrHOOzseeUylyxeDsyaz6i9up8y73qc5LEMcc4MvKG_redk1Uvh-hR8K7GBntj0v04aHZ719x3octQz-s_jiKEr_lLo/s1600/imagesCAG4K7CT.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" eea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDu7ianPa9NOKPTMS8RM6li0X5NfdSUOOHBIatf3nQjNgwac03ZrHOOzseeUylyxeDsyaz6i9up8y73qc5LEMcc4MvKG_redk1Uvh-hR8K7GBntj0v04aHZ719x3octQz-s_jiKEr_lLo/s1600/imagesCAG4K7CT.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Georgia;">8.- Mansfield Park, de Jane Austen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Georgia;">Primer libro del <i>Curso de literatura europea</i> de Nabokov. Quien piense o crea que Jane Austen es una escritora para mujeres, sensiblera, cursi o rosa, es que no sabe de qué va esto de escribir libros. En fin, ellos se lo pierden. </span><span lang="EN-GB" style="font-family: Georgia; mso-ansi-language: EN-GB;">Lean, lean a Jane Austen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Georgia;">9.- Donde se guardan los libros, de Jesús Marchamalo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Georgia;">Precioso ensayo en el que Marchamalo se mete de lleno a investigar las bibliotecas de algunos escritores actuales, como Javier Marías, Enrique Vila Matas o Andrés Trapiello. Un libro para los que tengan curiosidad por saber qué leen ciertos autores. En mi caso he de decir que me sorprendió (mucho) la biblioteca de Arturo Pérez Reverte. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Georgia;">10.- Europa, de Julio Martínez Mesanza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Georgia;">El último libro que he leído en 2012 y uno de los que más me ha gustado. Martínez Mesanza ha sido mi descubrimiento personal de este año. No conocía a este magnífico poeta, con un mundo personal desbordante y perfectamente identificable después de leer tres o cuatro poemas. <i>Europa </i>es un viaje (al estilo Kavafis) por un continente que no puede ni debe renunciar a su historia, esa de la que hoy muchos, vestidos de una extraña y petulante progresía, reniegan de forma tan vergonzosa como analfabeta. <span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<span style="color: #333333; font-family: Georgia; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"> Desde Ítaca, más deshabitada que nunca, les deseo un feliz fin de año y un buen 2013, al menos con buenos libros entre las manos. </span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-62JPtwwJD76Hsa74SIWMb1nJe14QY0X6vKCYusLaG2_OIjmekaIPBH86lDTYtnWngc3e5jn2F2wvH8a2skme7CqmMyu1PGVwtSvFVoqlMNnT4cECoqUumWS9n2zSKZONgAkvuvTVoIk/s1600/DON_QU~1.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" eea="true" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-62JPtwwJD76Hsa74SIWMb1nJe14QY0X6vKCYusLaG2_OIjmekaIPBH86lDTYtnWngc3e5jn2F2wvH8a2skme7CqmMyu1PGVwtSvFVoqlMNnT4cECoqUumWS9n2zSKZONgAkvuvTVoIk/s320/DON_QU~1.JPG" width="269" /></a></div>
MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-76512804037833454282012-12-22T01:47:00.001-08:002012-12-22T01:47:38.293-08:00FELIZ NAVIDAD<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">«Puede que haya muchas cosas buenas de<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">las que no he sacado provecho», replicó el<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">sobrino, «entre ellas la Navidad. Pero estoy<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">seguro de que al llegar la Navidad -aparte de<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">la veneración debida a su sagrado nombre y<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">a su origen, si es que eso se puede apartar, siempre<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">he pensado que son unas fechas deliciosas,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">un tiempo de perdón, de afecto, de<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">caridad; el único momento que conozco en el<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">largo calendario del año, en que hombres y<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">mujeres parecen haberse puesto de acuerdo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">para abrir libremente sus cerrados corazones<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">y para considerar a la gente de abajo como<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">compañeros de viaje hacia la tumba y no como<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">seres de otra especie embarcados con<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">otro destino. Y por tanto, tío, aunque nunca<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">ha puesto en mis bolsillos un gramo de oro ni<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">de plata, creo que sí me ha aprovechado y<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">me seguirá aprovechando; por eso digo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10pt;">¡bendita sea!»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<i><span lang="EN-GB" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">A Christmas Carol, </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">Charles Dickens, 1843</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiwa-Ca-Li1BZVJ3ImxsSvuYELaRqF26hWNryP0ElvhYg7Oa4AtfyV-z__rg-AVroUICZNcnLeCi8m4zSHijKi0AWMOyU5TSCr_aQhp363vhhuE3SIllbxebxz1TvCD1_YCK915bsbUk4/s1600/scroogevisitor.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" eea="true" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiwa-Ca-Li1BZVJ3ImxsSvuYELaRqF26hWNryP0ElvhYg7Oa4AtfyV-z__rg-AVroUICZNcnLeCi8m4zSHijKi0AWMOyU5TSCr_aQhp363vhhuE3SIllbxebxz1TvCD1_YCK915bsbUk4/s320/scroogevisitor.jpg" width="320" /></a></div>
MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-60759989951173618172012-06-14T01:22:00.000-07:002012-06-14T01:22:01.050-07:00MENUDO REGALO<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Menudo regalo recibí ayer. Mientras desayunábamos Ana puso sobre la mesa un maravilloso Curso de Literatura Europea. Os detallo un poco en qué consiste este curso.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span>No hace falta presentarse a exámenes ni asistir a clase</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span>No hay créditos.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span>No hay plazo de tiempo para hacer el curso: cada alumno irá a su ritmo.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
El curso consiste (básicamente) en una serie de lecturas guiadas (por el profesor) y las propias reflexiones que el alumno pueda hacer por su cuenta.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.25pt;">
Lecturas del curso:</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span><i>Mansfield Park, </i>de Jane Austen</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span><i>Casa desolada, </i>de Charles Dickens</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span><i>Madane Bovary, </i>de Gustave Flaubert</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
<span style="mso-bidi-font-style: italic;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><i><span style="mso-bidi-font-size: 8.5pt;">El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, </span></i><span style="mso-bidi-font-size: 8.5pt;">de R.L. Stevenson</span><i></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
<span style="mso-bidi-font-style: italic;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><i><span style="mso-bidi-font-size: 8.5pt;">Por el camino de Swann, </span></i><span style="mso-bidi-font-size: 8.5pt;">de Marcel Proust</span><i></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
<span style="mso-bidi-font-style: italic;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><i><span style="mso-bidi-font-size: 8.5pt;">La metamorfosis, </span></i><span style="mso-bidi-font-size: 8.5pt;">de Franz Kafka</span><i></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
<span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR; mso-bidi-font-style: italic;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><i><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR; mso-bidi-font-size: 8.5pt;">Ulises, </span></i><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR; mso-bidi-font-size: 8.5pt;">de James Joyce</span><i><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 0cm 0pt 9pt;">
Aquí os dejo una foto del profesor que imparte el curso (espero que no sea demasiado duro).</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjo3Xe2gDnES7BsgvhYUAH4rHpsnu4_WoHlnWSMhlPL8KjMQ4VbmDsAqgLqIsHV6EdOLTBy5YatGRsS1un5CUi4UIl9JjivLnGBz3s69fccb6c5IRnxmW48vb_UnoALTEaVIQ61_bAyd-w/s1600/vladimir-nabokov1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" pca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjo3Xe2gDnES7BsgvhYUAH4rHpsnu4_WoHlnWSMhlPL8KjMQ4VbmDsAqgLqIsHV6EdOLTBy5YatGRsS1un5CUi4UIl9JjivLnGBz3s69fccb6c5IRnxmW48vb_UnoALTEaVIQ61_bAyd-w/s320/vladimir-nabokov1.jpg" width="256" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 9pt; text-indent: 26.25pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">P.D. Esas siete lecturas me van a permitir mantenerme entretenido casi hasta final de año. De las siete, tres serán relecturas, con lo que espero sacar mucho más provecho. Si me gusta el curso ya estoy mirando otro que imparte el mismo profesor sobre Literatura Rusa y otro sobre el Quijote. </span>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-13990406304757038322012-05-10T06:07:00.001-07:002012-05-10T06:07:49.965-07:00LIBROS EN LA BANDOLERA<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
“Con la llegada de la primavera necesito un libro de poemas
de amor. ¡Nada de Keats o Shelley! Envíeme poetas que sepan hablar del amor sin
gimotear… Wyatt o Johnson o alguien por el estilo: lo dejo a su criterio. Pero
que sea una edición linda y preferiblemente de pequeño formato, para poder
metérmelo en los bolsillos de los pantalones y llevármelo a Central Park.” <i style="mso-bidi-font-style: normal;">84, Charing Cross Road</i>, de Helene Hanf.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkzYJFrUsnB8eMUwR6sCg-VV8JUkN96cspmOXzc7qFT3tXX3PYWK74XZCbZtVpDRQsnGW0SwEt9H_gcRMwXZ_xxh4YQyetehjmTSIZRVfzTX3VFApMEhmCrBlAh_mU8VSCmCAA8c6-bmw/s1600/Central_Park_New_York_City_New_York_8.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkzYJFrUsnB8eMUwR6sCg-VV8JUkN96cspmOXzc7qFT3tXX3PYWK74XZCbZtVpDRQsnGW0SwEt9H_gcRMwXZ_xxh4YQyetehjmTSIZRVfzTX3VFApMEhmCrBlAh_mU8VSCmCAA8c6-bmw/s320/Central_Park_New_York_City_New_York_8.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Llevar
libros en la bandolera (o en el bolso, o en una mochila...) es algo que yo
siempre recomiendo. Los que sufrimos esa enfermedad incurable de adicción a la
letra impresa sabemos de sobra que el tiempo es oro. Leer es rellenar tiempo
con palabras. Normalmente suelo leer dos (a veces, si no son demasiado densos,
hasta tres) libros al mismo tiempo. Uno de ellos (el que más pesa) lo dejo en
casa, en la mesita de noche, en la mesa del comedor, en el despacho, en la mesa
de la cocina, en una silla. El que menos pesa (que no siempre es el menos
pesado) lo llevo en mi bandolera y lo leo en esas zonas muertas de tiempo que
todos tenemos a lo largo del día: diez minutos antes de entrar al trabajo y
mientras tomo café en la cafetería de Carlos; mientras espero a que Ana salga
del Instituto dentro del coche; en la sala de espera del hospital. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibc41pfPVHqGHfI8ddNCuLMiFvZm1qhry0BQYOq46DpYmLQs9prkW0ayQoLuR4YIRXiFTpvyrSHNHrtPSO-fnznszxRfN9bHTJwixe7FxkJnRFQmaa8epD33TmWWfG0HsQ5H0XTTcMGfY/s1600/rockwell_willie_full.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibc41pfPVHqGHfI8ddNCuLMiFvZm1qhry0BQYOq46DpYmLQs9prkW0ayQoLuR4YIRXiFTpvyrSHNHrtPSO-fnznszxRfN9bHTJwixe7FxkJnRFQmaa8epD33TmWWfG0HsQ5H0XTTcMGfY/s320/rockwell_willie_full.jpg" width="302" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Recuerdo un
viaje que mi hermano pequeño, mis padres y yo hicimos a Ciudad Real. Era verano
y yo tenía catorce años. Es el único viaje que he hecho con mis padres. Lo hicimos
en coche, en un viejo BMW 525I color blanco y con ¡dirección asistida! Dos
semanas antes de emprender semejante aventura, mi padre se había empeñado en
que leyera <i>Los miserables</i>, de Victor Hugo. Como siempre he sido un buen
chico y he hecho caso a mi padre, comencé a leer las aventuras y desventuras
del bueno de Jean Valjean. Se trataba de una vieja edición de tapa dura
dividida en dos tomos. Era la versión completa, nada de escamotear los pasajes
históricos, como la batalla de Waterloo. Como me plantee que se trataba de un
libro de aventuras muy largo (así me lo vendió mi padre) pues no tuve ningún
problema y la historia me enganchó desde el principio. Mi padre siempre cuando
me vendía un libro lo hacía contándome de qué trataba, pero sin “spoilers”. Dejaba
puertas abiertas para que el gusanillo del “y qué pasa después” te carcomiera
el alma. Piqué, leí y llegó el día de partir a Ciudad Real. No estaba dispuesto
a dejar el segundo tomo, ya con Cosette y Mario en acción, con Javert pisándole
los talones a Valjean, con París a punto de saltar por los aires, en casa. Cogí
el pesado (de peso...) tomo y lo metí en mi bolsa de viaje. ¿Pero para qué te
vas a llevar eso, chico? Mamá, contesté, seguro que tengo tiempo durante el
viaje para leer, o por las noches antes de dormir. Bueno, tú verás, pero no te
quedes todo el día ensimismado sin levantar la vista del libro, que te conozco.
Vale, repuse como el niño bueno que era. Le hice caso a medias. Soy un buen
chico, pero creo que no soy tonto. Sólo levanté la vista cuando visitamos
Almagro, con su precioso corral de comedias donde las obras de Lope eran
disfrutadas por el pueblo. Incorregible. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2Z7r-yCwpIb_meBoFTNguUmLbRfgU1xw0FMO_BASF4CZyhYcz7LurKSmoAdrAfF-oiEJx5vmth-RYDZjJY2JwoFDFQGJGvJ_DdjFxsqjsiOpMU3Rt9j_3WfgHq21DI6KLVJPhMTmGnX4/s1600/LOS+MISERABLES.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2Z7r-yCwpIb_meBoFTNguUmLbRfgU1xw0FMO_BASF4CZyhYcz7LurKSmoAdrAfF-oiEJx5vmth-RYDZjJY2JwoFDFQGJGvJ_DdjFxsqjsiOpMU3Rt9j_3WfgHq21DI6KLVJPhMTmGnX4/s320/LOS+MISERABLES.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Leyendo <i>Lugares
que no quiero compartir con nadie</i>, cuenta Elvira Lindo que su marido,
Antonio Muñoz Molina (el mejor escritor español vivo junto con Andrés
Trapiello, y no soy exagerado) siempre va cargado con una mochila llena de
libros. Cuando sale de la universidad donde imparte clases de literatura, le
gusta dar un paseo y sentarse a la orilla del Hudson a leer y a tomas notas en
su cuaderno.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlb-APzu_EXZpLjENS3xFhgjIPFiZghy5ZvfnTJC1Fa_39_ThbGGChlQexCuNloQzufUyrGVF7pY0AGvl0eGMuvB2cWTHsiC4-TBRK0ckL_dhKnBHYRORNknep2xh5JkYy1VYCRjx0ZTo/s1600/RIO+HUDSON.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlb-APzu_EXZpLjENS3xFhgjIPFiZghy5ZvfnTJC1Fa_39_ThbGGChlQexCuNloQzufUyrGVF7pY0AGvl0eGMuvB2cWTHsiC4-TBRK0ckL_dhKnBHYRORNknep2xh5JkYy1VYCRjx0ZTo/s1600/RIO+HUDSON.png" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dicen que los que
leemos mucho somos seres solitarios. No estoy del todo de acuerdo. Creo, más
bien, que los que leemos mucho disfrutamos de nuestros momentos de soledad; los
llenamos de palabras, de historias, de pensamientos. Compartimos con el
escritor al que leemos una confidencialidad que a veces no logramos con nadie
más. Lean, por favor, lean lo que sea que caiga en sus manos. Y tengan siempre
una mochila, un bolso, una bandolera, donde meter esas palabras con las que
luego rellenar los segundos, los minutos o las horas de los días que han de
venir.</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2zIKX-JTlHGKfyG_7w9dXfSw7pRq9TRLTnHPAAxhvlDcfVYa6NUECOx6jitKRMQUX1uU6Y3z10fMPcHK1k05keW5k6-y456oTf2haI1XB6NaUleHqqVhw1syyA41sdSJXOdpol6cy6Ik/s1600/HOPPER.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2zIKX-JTlHGKfyG_7w9dXfSw7pRq9TRLTnHPAAxhvlDcfVYa6NUECOx6jitKRMQUX1uU6Y3z10fMPcHK1k05keW5k6-y456oTf2haI1XB6NaUleHqqVhw1syyA41sdSJXOdpol6cy6Ik/s1600/HOPPER.jpg" /></a></div>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-64106940669418230292012-04-25T23:44:00.001-07:002012-04-25T23:44:35.127-07:00ESO DE LEER...<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Hace unos días un texto de Beckett correspondiente a <i>Molloy</i>
(obra que, digo ya, no he leído) sirvió para una pequeña reflexión en facebook.
Para que luego digan que las redes sociales son poco “atractivas”. Amparo, una
compañera de aventuras literarias, lanzó la piedra y dio en el blanco. Las
preguntas y reflexiones en torno a ese texto se hicieron extensivas a esa
denominada “ALTA LITERATURA”. Curioso que el mismo día ( o un día antes o un
día después) Lu, también compañera (y sufridora) de mis desmanes con el
diccionario, colgase en la misma red social un extracto del No-Discurso de
Nicanor Parra en la entrega del Premio Cervantes. Paul Auster diría que esto es
cosa del azar, pero yo no soy Paul Auster y esto es un simple blog casero. Lo
cierto es que entonces recordé que Malén (jeje, también compañera como Amparo y
Lu) una vez apuntó que, leyendo <i>Yo confieso</i> de Jaume Cabré tuvo la
sensación de que la forma de escribir es susceptible de múltiples
interpretaciones. En fin, algo hay en el ambiente. La verdad es que creo que se
trata de un tema muy interesante, aunque tampoco tengo muy claro de qué tema
intento hablar. </div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjdbLaL7ND8fKkskYGmLkV1kq93LIZTaKVFd-jxZCcapvcdoLpMgYXapbyyitN_df_snDUblnWupAT9LSyyZ3PNvMKpOyalYPLowyuSjaJuAm9wC5UQTZYaf2I3pxXKrZT-mPoRL026hs/s1600/molloy-samuel-beckett.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjdbLaL7ND8fKkskYGmLkV1kq93LIZTaKVFd-jxZCcapvcdoLpMgYXapbyyitN_df_snDUblnWupAT9LSyyZ3PNvMKpOyalYPLowyuSjaJuAm9wC5UQTZYaf2I3pxXKrZT-mPoRL026hs/s1600/molloy-samuel-beckett.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Algunos
puntos para la reflexión y el debate...</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>1.- Para
ciertas lecturas hay que prepararse. Si yo estoy acostumbrado a correr tres
kilómetros todos los días no puedo pretender correr una maratón. Muy
probablemente abandonaría en el kilómetro cinco, maldiciendo la excesiva dureza
de esta prueba. Cuando me propuse leer el Ulises de James Joyce me lo plantee
de ese modo. Sabía que tenía que informarme antes de qué me iba a encontrar en
sus páginas. Leí algunos artículos y tuve la suerte de leer una edición con
guía de lectura. Además, antes había leído <i>Dublineses</i> y me había
impactado la forma de escribir del irlandés universal. Una vez hecho eso <i>Ulises</i>
me descubrió un libro divertido, lleno de sentido del humor, repleto de
técnicas (monólogo interior, flujo de conciencia, técnicas teatrales, objetos
que hablan,...) que me había encontrado en otros libros posteriores y que, en mi
ignorancia, había atribuido a sus autores. </div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_GeZ6SCinOt1WrH053bCe3_alQhQ1RqzDdOVs-RCZo3SL6lBTRaSpXD_aXHDGeWaFNVsVchJJTzxjf2mVIJ5xePWtcGo8x56O4tXjceGq2oaUvYtHLNbuXhYSRbFZfp2-43P5hxZlfWM/s1600/JAMES+JOYCE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_GeZ6SCinOt1WrH053bCe3_alQhQ1RqzDdOVs-RCZo3SL6lBTRaSpXD_aXHDGeWaFNVsVchJJTzxjf2mVIJ5xePWtcGo8x56O4tXjceGq2oaUvYtHLNbuXhYSRbFZfp2-43P5hxZlfWM/s1600/JAMES+JOYCE.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>2.- ¿Para
qué me sirve leer un libro como <i>Ulises</i> de Joyce o como <i>El ruido y la
furia</i> de William Faulkner o como <i>Ágata ojo de gato</i> de Caballero
Bonald? ¿Merece la pena esforzarse en leer? Vamos a ver. Siempre he pensado que
lo primero que tiene que tener un libro es esa capacidad de atraer al lector
que llamamos “entretener”. Estos tres libros a mi me han entretenido. Lo que
ocurre (al menos a mi me ha ocurrido) es que a veces confundimos “el libro me
está aburriendo” con “en realidad es que no entiendo nada, me pierdo, no sé a
cuento de qué el autor escribe de esa manera”. Cuando comencé a leer <i>El
ruido y la furia</i> no me sorprendió que la primera parte tuviera “errores” en
el uso de ciertos verbos y repeticiones insistentes. Sabía que esa primera
parte está narrada desde el punto de vista de una persona con serios problemas
mentales. Así, disfruté con la enorme inventiva de Faulkner y supe, como si de
una epifanía se tratara, que en realidad el gran acierto de Faulkner era que
supo dotar a esa dura historia sureña de un estilo, de un envoltorio, tan
brillante que convertía lo normal (una historia del sur como tantas otras) en
magistral (una historia del sur que es un rompecabezas que poco a poco hay que
ir encajando). </div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOysGF4oCSYv_yjcHAgWd2olM9684y0N6D8yMhminNc3Sh4U7U_x2qGRgg8pOLp_oLz5efo_1pgMKtT-nB5SmalxNqfX_UV9Jic1cj1YCVdg_3XVL5HkbPqXCTkLZF_41M2fjKagQhwkg/s1600/FAULKNER.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOysGF4oCSYv_yjcHAgWd2olM9684y0N6D8yMhminNc3Sh4U7U_x2qGRgg8pOLp_oLz5efo_1pgMKtT-nB5SmalxNqfX_UV9Jic1cj1YCVdg_3XVL5HkbPqXCTkLZF_41M2fjKagQhwkg/s1600/FAULKNER.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<o:p> </o:p>3.- Pero entonces, ¿todo es
innovar por innovar? Nooooo!!! Este año celebramos el año dickensiano. Adoro a
Dickens, creo que es uno de los novelistas más grandes, más dotados y que mejor
aguantan el paso del tiempo (ese juez, ese juez...) de occidente. A nivel de
innovación técnica creo que Dickens aporta bien poco (o al menos en comparación
con otros), pero sus historias están narradas con una fuerza y una humanidad
sin parangón. Pero, ojo, no debemos olvidar una cosa: todo parte del estilo. Muchas
de las historias de Dickens en manos de otros autores menos dotados serían
meros culebrones (Un ejemplo claro de esto que digo sería <i>Tiempos difíciles</i>,
obra que en manos de un mal escritor sería verdaderamente infumable). Un
ejemplo actual de poca innovación pero pleno acierto en el estilo y en la
fuerza de la historia que se está narrando sería <i>Libertad, </i>de Jonathan
Franzen. Me gusta Franzen, y mucho. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuTVR-AwU5L6u0FoR7ujr2Bwhb6DS7FJzFdP4dfH45w1tQ4Q1-4pq7s4_IaKuupq6_RnUHxGnbo9c4LN_ekF-YufRcYRcmGLnXv-iBlZ3dFiygnhnGiq8JZoG9rXda0LvuJjPIgTlWTK8/s1600/Charles-Dickens.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuTVR-AwU5L6u0FoR7ujr2Bwhb6DS7FJzFdP4dfH45w1tQ4Q1-4pq7s4_IaKuupq6_RnUHxGnbo9c4LN_ekF-YufRcYRcmGLnXv-iBlZ3dFiygnhnGiq8JZoG9rXda0LvuJjPIgTlWTK8/s320/Charles-Dickens.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
4.- ¿El estilo o la historia?
Pues mira, las dos cosas. Al final la historia que te están contando te llega a
través de un determinado estilo. Me da mucha rabia (muchísima) que la gente
crea que el <i>Ulises </i>de Joyce sólo es estilo. Mentira. La historia que nos
cuenta Joyce es magistral. Encerrar en un día toda una ciudad, toda una forma
de entender la vida. 24 horas de tabernas, chismorreos, noticias de periódicos,
visitas al cementerio, borracheras, amor, lealtad, deslealtad, miedos,
ilusiones... Creo que debemos derribar el mito de que ciertos libros son
importantes porque a un puñado de críticos se les ocurrió un día decir que eran
importantes. Por ahí no van los tiros...</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqFHmckEygKWxbqKrp2S61Qrzy_SNQfovCxluwG0iPp1Yn7GP01JvK3wg3eYDDPRPAvDEe6On8yGkidTYuAqDVlV3K9esDN7quUr9RbDjk5jo0GpsshWjT1TMcJML5mmObcJIkMCpQ94E/s1600/DUBLIN.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqFHmckEygKWxbqKrp2S61Qrzy_SNQfovCxluwG0iPp1Yn7GP01JvK3wg3eYDDPRPAvDEe6On8yGkidTYuAqDVlV3K9esDN7quUr9RbDjk5jo0GpsshWjT1TMcJML5mmObcJIkMCpQ94E/s1600/DUBLIN.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">
5.- Tan malo es que el estilo
“mate” a la historia como que la historia carezca de “estilo”. Estoy harto de
leer libros que se parecen a otros libros que se parecen a otros libros que se
parecen a otros libros. Supuestos autores mediáticos incapaces de crear una
sola línea que de verdad merezca la pena. La ausencia de riesgo o el escribir
pensando qué es lo que ahora la gente quiere leer. Uf, craso error...</div>
<br />
James Joyce, William Faulkner,
Thomas Pynchon, Borges, Cortazar, Philip Roth, José Donoso, Juan Benet,
Caballero Bonald, Roberto Bolaño: saltos al vacío o caídas ascendentes. Que el
miedo al vértigo no nos deje ciegos, como en la historia de Saramago. Al fin y al cabo, los lectores sufrimos una maldición al estilo de Sísifo: nada más cerrar un libro nos vemos obligados a abrir otro.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirTNuSMN5HNTx4uvSM8WfqN2919mtYygnYrkK8BqHh98snG_BCiWQm6En3kWc0fDZyYk4_IUF3xn09-IGN4uh3RnKK7hvF9TvUWdwwyD4Rd6lJq39GpdfEd-klPbiB2mfGX4H3tcOs-Vc/s1600/sisifo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirTNuSMN5HNTx4uvSM8WfqN2919mtYygnYrkK8BqHh98snG_BCiWQm6En3kWc0fDZyYk4_IUF3xn09-IGN4uh3RnKK7hvF9TvUWdwwyD4Rd6lJq39GpdfEd-klPbiB2mfGX4H3tcOs-Vc/s1600/sisifo.jpg" /></a></div>
<br />MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-13650005807056284962012-04-19T23:54:00.000-07:002012-04-20T01:25:08.294-07:00ALGUNAS LECTURAS ( SALAS DE ESPERA)<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Últimamente recuerdo mucho al personaje que interpretaba George Clooney en <i>Up in the air</i>, solo que yo me muevo entre salas de espera hospitalarias y salas de espera ginecológicas. En medio de todo esto: la vida; la vida y sus lecturas. No me recuerdo sin un libro en las manos ni en los momentos más felices ni en los menos afortunados. Tiene su lógica, creo.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmPjIxwpqq1b1LqLRkiRFMJY_zLwfejeCF7hvQ0RD4Tyxn7XkJiNMY_dj90onyCuaMIKMvvxE1oOk-4qDMLQIC29lEwc-V2KhyphenhyphenT2C3NeC1eaScwH96Zn4mDVyM6T-qO9iz1ZwAnDfftHA/s1600/sala-de-espera.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmPjIxwpqq1b1LqLRkiRFMJY_zLwfejeCF7hvQ0RD4Tyxn7XkJiNMY_dj90onyCuaMIKMvvxE1oOk-4qDMLQIC29lEwc-V2KhyphenhyphenT2C3NeC1eaScwH96Zn4mDVyM6T-qO9iz1ZwAnDfftHA/s1600/sala-de-espera.jpg" /></a></div>
Algunos de los libros que han caído en mis manos en el último mes:<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
<span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size-adjust: none; font-stretch: normal;"> </span></span><i><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;">Bilbao-New York-Bilbao</span></i><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;">, de Kirmen Uribe. </span>Era una novela que tenía muchas ganas de leer, y la espera ha merecido la pena. Uribe sabe concentrar en apenas doscientas páginas una historia muy personal (la de su familia) a través de recuerdos en apariencia desconectados entre sí. Todo esto tiene lugar durante un vuelo entre Bilbao y Nueva York. Digamos que lo que nosotros leemos es el “Cómo se hizo” de la novela de Kirmen Uribe está escribiendo. Un libro muy recomendable. Premio Nacional de Narrativa 2009. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4FGrP5jBw4kEleXwMC8B7QR2Nxt9GE2vIm13vIcBU_W7U_Wpa3yC0dqVlDgMcoOGcYU8hUU_YvxRt4bAgUbcT78eRyDLfrnv68B-Aw2FyVBtU8zR7Zxyhyulv0STIeK5PGFfmJZItiaQ/s1600/bilbao+new+york+bilbao.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4FGrP5jBw4kEleXwMC8B7QR2Nxt9GE2vIm13vIcBU_W7U_Wpa3yC0dqVlDgMcoOGcYU8hUU_YvxRt4bAgUbcT78eRyDLfrnv68B-Aw2FyVBtU8zR7Zxyhyulv0STIeK5PGFfmJZItiaQ/s320/bilbao+new+york+bilbao.jpg" width="187" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
<span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size-adjust: none; font-stretch: normal;"> </span></span><i>La roja insignia del valor</i>, de Stephen Crane. No me ha gustado tanto como me esperaba. Es una buena novela sobre la Guerra Civil Norteamericana, pero se centra más en aspectos psicológicos (el valor enfrentado a la cobardía) que en aspectos históricos. Creo que podría estar ambientada en cualquier guerra o conflicto y mantendría su vigencia, lo cual es muy positivo. Tengo muchas ganas de leer <i>La gran marcha, </i>de E. L. Doctorow. Todo lo que he leído acerca de ella promete y, además, estamos hablando de un autor de contrastada calidad literaria. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLWs1eTUpUDeblZk0yWV-QzghxIYIeCV13slvoRmHqaYH_jztFD7Mjm2E0fzfOi3szh9AAW9nFjEsWTkDzxK1_yGHSW_erqHQAlJoeaVbZWQwlmnZV6WQb7W11y9itKZvkU7SYv46SR8o/s1600/la-roja-insignia-del-valor-9788499893853.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLWs1eTUpUDeblZk0yWV-QzghxIYIeCV13slvoRmHqaYH_jztFD7Mjm2E0fzfOi3szh9AAW9nFjEsWTkDzxK1_yGHSW_erqHQAlJoeaVbZWQwlmnZV6WQb7W11y9itKZvkU7SYv46SR8o/s200/la-roja-insignia-del-valor-9788499893853.jpg" width="131" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
<span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size-adjust: none; font-stretch: normal;"> </span></span><i>Cuentos</i>, de Roberto Bolaño. Anagrama ha editado en un solo volumen los libros de relatos <i>Llamadas telefónicas, Putas asesinas </i>y <i>El gaucho insufrible</i>. Bolaño es Bolaño, y su grandeza incluso se acrecienta en la corta distancia. Algunos textos de <i>El gaucho insufrible</i> son verdaderas piezas maestras. El relato <i>Sensini</i> que abre <i>Llamadas telefónicas</i> me parece magnífico. Grande Bolaño. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7eewQBbAG-kRYmQJO4K4xvppcEdsnQqLLpvvbnGcszAVQkWS5h1luXPx_ahjshAUsfbdAtaExR9hGqb9tBYRN-Ts8Mz0SI1ViFDXOIgbWi6rIf-coQtH5ecus10EbL1npJ2dahJfy5A8/s1600/cuentos+roberto+bola%C3%B1o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7eewQBbAG-kRYmQJO4K4xvppcEdsnQqLLpvvbnGcszAVQkWS5h1luXPx_ahjshAUsfbdAtaExR9hGqb9tBYRN-Ts8Mz0SI1ViFDXOIgbWi6rIf-coQtH5ecus10EbL1npJ2dahJfy5A8/s200/cuentos+roberto+bola%C3%B1o.jpg" width="126" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
<span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size-adjust: none; font-stretch: normal;"> </span></span><i>Otros colores</i>, de Orhan Pamuk. Se trata del único libro, junto con <i>Me llamo rojo</i>, del autor turco que tenía pendiente. Pequeños cuentos, crítica literaria, ensayo, textos autobiográficos y algunas entrevistas conforman un collage brillante para comprender muchas de las obsesiones de este gran escritor. Aún no he leído nada de Pamuk que no me haya gustado, lo cual me preocupa. O bien no tengo sentido crítico o bien Pamuk ya se ha convertido en un viejo compañero de viaje. Qué más da... </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCK7rVRazTYi6zRMQSIsY6IfU-KJkv65Z_Std2UC_lG-ju5hjsrtJB_r2IRj5XpeLvEOu0Jv5625kirM2g5_gRq4RX2fA6Uucl8H46Emsd6eVjdk7-3bs8Bw54Z0ZMupYKLZY2cXpc5v4/s1600/otros+colores+pamuk.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCK7rVRazTYi6zRMQSIsY6IfU-KJkv65Z_Std2UC_lG-ju5hjsrtJB_r2IRj5XpeLvEOu0Jv5625kirM2g5_gRq4RX2fA6Uucl8H46Emsd6eVjdk7-3bs8Bw54Z0ZMupYKLZY2cXpc5v4/s1600/otros+colores+pamuk.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;">
<span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size-adjust: none; font-stretch: normal;"> </span></span><i>Libertad</i>, de Jonathan Franzen. Ya casi todo se ha dicho de esta novela. La mayoría de cosas han sido positivas. Creo que es una gran novela. No me atrevo a decir más. No sé si es la obra maestra que muchos han querido ver. Pienso que sólo el tiempo lo dirá. Lo que sí estoy seguro es que muchos de sus personajes y muchas de las situaciones por las que estos pasan están narradas con fuerza y brío, y estoy convencido que es una novela que tardaré muchos años en olvidar. Muy, muy recomendable. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYsqx_FKb2uynNFD-irO9C9b0DhvWGl1dU2-JpyR2pWyjvWc_iYTbPV1jdCuUUyzA1cK0rl75Q589FlWgIRmDcPFfDph38peFEK06NWZ2qC7ayNmbcgHq4KLJaIY4pDRUpuJ4HAJqJ82c/s1600/libertad.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYsqx_FKb2uynNFD-irO9C9b0DhvWGl1dU2-JpyR2pWyjvWc_iYTbPV1jdCuUUyzA1cK0rl75Q589FlWgIRmDcPFfDph38peFEK06NWZ2qC7ayNmbcgHq4KLJaIY4pDRUpuJ4HAJqJ82c/s200/libertad.png" width="150" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br />
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 35.45pt;">
- <i>Del boxeo</i>, de Joyce Carol Oates. Breve pero intenso ensayo sobre el mundo del boxeo. Oates es una escritora asombrosa, y vuelve a demostrarlo con estas pequeñas píldoras llenas de pasión y sabiduría. Gran aficionada al boxeo y dotada de una clarividencia extraordinaria para describir los detalles del mundo pugilístico, Joyce Carol Oates firma un libro que es ya un clásico para los aficionados al boxeo, a la literatura, a la vida.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLuaCu9wMKnZBYMczddNEp1dnHwctjC9lZpnX2dbIquckl8rZ7uvrftVsHt_eRW5RQLskG60JGNjrXB4Xie0oD2WCKzYeEjg6NRej7ojGHrnhIWsaOnMM7swyO6QQdyytPPy6QIpxGQ-E/s1600/del+boxeo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLuaCu9wMKnZBYMczddNEp1dnHwctjC9lZpnX2dbIquckl8rZ7uvrftVsHt_eRW5RQLskG60JGNjrXB4Xie0oD2WCKzYeEjg6NRej7ojGHrnhIWsaOnMM7swyO6QQdyytPPy6QIpxGQ-E/s200/del+boxeo.jpg" width="130" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
Pero en realidad, y al margen de calidades y gustos personales, lo más importante es que estos libros han cumplido perfectamente su papel en este determinado momento de mi vida: llenar esas horas vacías en las que uno tiene el riesgo de pensar más de la cuenta en determinadas cosas. Ahora le toca a Thomas Pynchon, al gran Thomas Pynchon, cumplir esta misión con <i>Mason y Dixon</i>. De momento lo está consiguiendo, y con creces...<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhglX0NwCIj_-U7pEocS_f-IUCTH6r1oKh6R6_bDjiV9RYQJRGmITZQc1RrQ1D00n9m_bmEwRHIb6TkSjSnKGvVnukmCRqkkzDBXscLtT76IoMkzETBF2yLLT_mOnbsRCJCtLu79w7lvv0/s1600/mason+y+dixon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhglX0NwCIj_-U7pEocS_f-IUCTH6r1oKh6R6_bDjiV9RYQJRGmITZQc1RrQ1D00n9m_bmEwRHIb6TkSjSnKGvVnukmCRqkkzDBXscLtT76IoMkzETBF2yLLT_mOnbsRCJCtLu79w7lvv0/s1600/mason+y+dixon.jpg" /></a></div>
<br />
<br />MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-7554231230951693602012-03-14T00:33:00.001-07:002012-03-14T00:38:36.016-07:00SALGARI: KILÓMETRO CERO<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"> La primera vez casi nunca es la mejor, pero es la que se recuerda, precisamente por ocupar ese puesto privilegiado. Esta máxima vale para el amor, para el sexo (solo o acompañado), para el alcohol (la primera borrachera nunca se olvida, por mucho que se haya bebido) y para la literatura. Vivir es recordar. A los que nos gusta escribir lo que en realidad nos gusta es recordar. A los que nos gusta leer lo que en realidad nos gusta es recordar lo que otros recordaron. </div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijwNjPNH7egncKQiFTlEIuNF1jzfGaK-6vGylrJ40jeN6qBSmWInQ8t0m7IuETagq4gu9Hva2vRG9GVTfBOwIDl-0fKQWyAchUtQE6ZpJmOWR1NZlUVxMCJII74zCjhto7BpuSyv7BTBQ/s1600/salgari+1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijwNjPNH7egncKQiFTlEIuNF1jzfGaK-6vGylrJ40jeN6qBSmWInQ8t0m7IuETagq4gu9Hva2vRG9GVTfBOwIDl-0fKQWyAchUtQE6ZpJmOWR1NZlUVxMCJII74zCjhto7BpuSyv7BTBQ/s1600/salgari+1.png" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El primer libro que leí fue <i>Los misterios de la jungla negra</i>, de Emilio Salgari. Claro que antes había leído muchos cuentos y muchos otros libros, pero eso no era leer; eso era pasear mis retinas por una serie de palabras impresas. Leer es reflexionar sobre lo que hemos leído; ser conscientes de que al cerrar el libro todo un mundo habita para siempre en nuestro interior. Así que perdí mi virginidad lectora en verano, a la hora de la siesta, mientras mis padres dormían, sentado en una silla de mimbre pintada de verde. Todas las virginidades parecen perderse a esa hora tan intempestiva, como si no quisiéramos demorar por más tiempo la necesidad de experimentar lo que aún no hemos experimentado, por ver a qué sabe lo que aún no hemos probado, por besar esa piel tan huidiza. Lo peor de perder cualquier virginidad es que ya no volverás a perderla. </div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTQKK6Oq7ow5ss-uoPqDxecGqVjrTEcNuUtDjyVvV8LQKIJ_IenBHqVu6fxastZPrvuO1sbO_E8fYnsL-95I5HxgtJBX6Qo64y77e_gEsm1swLE7f_HlgrRcBSlg9ktLksSqB7MFlT0jw/s1600/salgari+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTQKK6Oq7ow5ss-uoPqDxecGqVjrTEcNuUtDjyVvV8LQKIJ_IenBHqVu6fxastZPrvuO1sbO_E8fYnsL-95I5HxgtJBX6Qo64y77e_gEsm1swLE7f_HlgrRcBSlg9ktLksSqB7MFlT0jw/s1600/salgari+2.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Si mi vida lectora fuese un mapa de carreteras, Emilio Salgari sería mi kilómetro cero, el punto de partida, el inicio del camino. Leer a Emilio Salgari me llevó a leer a Robert L. Stevenson; leer a Stevenson me llevó a leer a Walter Scott; leer a Scott me llevó a leer a Victor Hugo. Evidentemente este proceso es dilatado en el tiempo y está lleno de áreas de servicio, restaurantes de carretera, desvíos y callejones sin salida, pero básicamente ahí comienza mi ruta 66. Lo malo de viajar mucho es que, a veces, olvidas el lugar del que procedes, apenas lo vislumbras en el mapa; sólo es un punto que indica un lugar en el que una vez fuiste feliz (o no).</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrkO_RmaoklIBK5X4OfRznRl5G_Avn0xOwIweh4QDKpTlDj9LPr5Y4SVlF6g0uFvncZUDLIG9GbuUStjKthVgsLnbURX0o4SOoawDCxasLvmzFR9xbpvFVyAQI8TlGZh3idKhuJ0kZC3o/s1600/salgari+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrkO_RmaoklIBK5X4OfRznRl5G_Avn0xOwIweh4QDKpTlDj9LPr5Y4SVlF6g0uFvncZUDLIG9GbuUStjKthVgsLnbURX0o4SOoawDCxasLvmzFR9xbpvFVyAQI8TlGZh3idKhuJ0kZC3o/s1600/salgari+3.jpg" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><i>Los misterios de la jungla negra, </i>la serie de novelas de Sandokan, <i>El león de Damasco o Los pescadores de ballenas</i> me llevaron también a jugar con las palabras. En un intento entre ingenuo y ridículo de emular a mi primer ídolo literario, emborronaba libretas y más libretas con aventuras descaradamente copiadas del imaginario del escritor italiano: piratas que zarpaban de las costas de Torrevieja, arponeros que cazaban ballenas cerca de Santa Pola o aventureros que se adentraban en la sierra de Callosa. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7lkbV5O3OaE1-yYi7cfnt3EB5Jebsvn4gZbmsu0W45-pAtArTu2R-uARWgdoXYGNivy59kPhCmz-UCldvSEm46UorhIdqA2uGC3alQaBioUg2SBb8pt6s4wYcBazM2eVZ2DfDetjODv4/s1600/SALGARI+5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7lkbV5O3OaE1-yYi7cfnt3EB5Jebsvn4gZbmsu0W45-pAtArTu2R-uARWgdoXYGNivy59kPhCmz-UCldvSEm46UorhIdqA2uGC3alQaBioUg2SBb8pt6s4wYcBazM2eVZ2DfDetjODv4/s1600/SALGARI+5.jpg" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En muchos aspectos soy lo que soy gracias a aquella tarde en que emprendí la lectura de mi primera novela de Emilio Salgari. Algo nació y murió en aquella silla de mimbre pintada de color verde. Antes de que el tiempo y el exceso de kilómetros me hagan olvidar de dónde procedo prefiero detener el coche, abrir la puerta, salir, apoyarme en el maletero, encender un cigarrillo y mirar hacia atrás. Tremal-Naik me saluda desde el horizonte. </div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8WTcbG8bRRwa6C6beEN9mWu5_gFOqOMRcBXVGr8xizZtxIIu0mXPqG3E3rsej005wqVIbrEK1c2gm4XW5mP3zp0tHs9fLqCcrOUSdMxTY22Jz2a2Bi9gazt7SnTdOOrImXzwtJIRW60s/s1600/SALGARI+6.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8WTcbG8bRRwa6C6beEN9mWu5_gFOqOMRcBXVGr8xizZtxIIu0mXPqG3E3rsej005wqVIbrEK1c2gm4XW5mP3zp0tHs9fLqCcrOUSdMxTY22Jz2a2Bi9gazt7SnTdOOrImXzwtJIRW60s/s1600/SALGARI+6.png" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>(Es muy curioso que en su ensayo <i>Alfabetos</i>, el escritor italiano Claudio Magris relate que el primer libro del que tiene un recuerdo nítido sea, precisamente, <i>Los misterios de la jungla negra</i>, de Emilio Salgari. Es probable que la Ruta 66 trace un círculo condenado a repetirse eternamente.)</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjElYxfWtMjmq-_praaGLofJypCEGP3KeP_DacSbgWhWJPazCbLsZN7EVCV2HQK3potXOzt_Koyl08U8SUsoh7Zw0-SJb2UmMVho5ZtJxqOH9o02_ehwzVR96Y7_wwlZDBNlRVfZDABMIk/s1600/salgari+4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjElYxfWtMjmq-_praaGLofJypCEGP3KeP_DacSbgWhWJPazCbLsZN7EVCV2HQK3potXOzt_Koyl08U8SUsoh7Zw0-SJb2UmMVho5ZtJxqOH9o02_ehwzVR96Y7_wwlZDBNlRVfZDABMIk/s1600/salgari+4.jpg" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-72374979042467777242012-03-08T06:44:00.002-08:002012-03-08T06:49:30.850-08:00LINCOLN<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><o:p> “- Son leales a usted.- Seward alzó nuevamente su copa-. Son leales al ejército, a la Unión, a ellos mismos, a lo que han hecho durante estos cuatro años, a sus muertos.</o:p></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">- Beberé en su honor- Dijo Lincoln (…)-. Estoy orgulloso de que hayan votado por mí. Orgulloso y sorprendido, con tantos muertos como ha habido.- Su voz se quebró.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">- También <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ellos</i> lo habrían votado- dijo Seward.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">- ¿Los muertos?- Lincoln parecía asombrado. Luego movió la cabeza-. No gobernador. Los muertos jamás votarán por mí, ni en este ni en ningún otro mundo.”</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"> (Lincoln, de Gore Vidal)</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUIEPAbuJaC1lngrnayGS0u0IWlmf1jccgiJ9YwaNSxfjcYnLejRdpq9gB-LxXK53iX2UcW5RcSGu1yppyURApiE9JrjLoucm1lRO_Tvxio8GeKO2WZKkOha474kSBxSETWGfyr5uTiNU/s1600/lincoln+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUIEPAbuJaC1lngrnayGS0u0IWlmf1jccgiJ9YwaNSxfjcYnLejRdpq9gB-LxXK53iX2UcW5RcSGu1yppyURApiE9JrjLoucm1lRO_Tvxio8GeKO2WZKkOha474kSBxSETWGfyr5uTiNU/s1600/lincoln+1.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">El pasado día 5 de Febrero iniciaba la lectura, con miedo y con ilusión, de<i> Lincoln</i>. Era la novela de Gore Vidal uno de esos libros que siempre me apetecía leer pero nunca encontraba el momento (sinónimo de “valor”) para hacerlo. Llegó la Navidad y con ella los regalos “duros” (Regalos duros: libros, discos, películas. Regalos blandos: ropa ...). Uno de esos regalos duros fue <i>Lincoln</i>. Dejé pasar un mes y decidí ocuparme de David Vann, de Cormac Mccarthy y de Charles Dickens. El viejo Abe me miraba retador desde la estantería. “Te faltan arrestos, muchacho”, parecía decirme en un inglés que curiosamente entendía a la perfección. Febrero me pilló con la moral por las nubes y enganché al Tycoon por las solapas. Un mes más tarde leo la última frase y cierro el libro con la certeza de que dentro de unos años volveré a abrirlo. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDvgCHo5lpq6qLSAvGfncXuJrnF8N-lyOa6wnTlflVeuaKAvqcyKC5fq8IlxG_Ogt0Eze8ZKe19AxAQ-Ai-4cMzIV0UkRM6T9Hj9mdXJCEjpGjZ8LKUqRTvL0xPxfWXjS9UhUSmHG-Ong/s1600/libro.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDvgCHo5lpq6qLSAvGfncXuJrnF8N-lyOa6wnTlflVeuaKAvqcyKC5fq8IlxG_Ogt0Eze8ZKe19AxAQ-Ai-4cMzIV0UkRM6T9Hj9mdXJCEjpGjZ8LKUqRTvL0xPxfWXjS9UhUSmHG-Ong/s1600/libro.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">Es muy de agradecer que Gore Vidal plantee su novela a base de diálogos, dejando las descripciones a un lado (aunque también las hay, y algunas con muchísima fuerza, como el discurso de Lincoln en lo que fue el campo de batalla de Gettysburg). Es de agradecer porque tratándose de un libro de mil páginas un cargar las tintas con descripciones hubiese ralentizado el ritmo de lectura considerablemente. Además, los diálogos de Vidal tienen una fuerza extraordinaria y no carecen de cierto sentido del humor y, en ocasiones, de una inteligente y fina ironía. Diálogos que, a medida que avanza la lectura, van describiendo a un personaje poliédrico, en ocasiones hermético y en ocasiones cercano como un amigo con el que se toma café. Sabemos de Lincoln no sólo a través de lo que él dice, que es mucho y muy interesante, sino, sobre todo, a través de lo que otros, aquellos con los que trabajó, aquellos que conspiraron contra él, aquellos que lucharon con y contra él, hablan a sus espaldas. Pero hablar de Lincoln es hablar, por encima de todo, de la Guerra Civil. Ya desde el arranque de la novela, magistral ejercicio de suspense que consigue atraparte desde el inicio, con la llegada de Lincoln disfrazado a la estación de Washington para tomar posesión de su cargo, queda claro que el tema central de la novela es un personaje (Lincoln) enfrentado a una realidad que, en ocasiones, le supera (la Guerra). Ahí, y no en otro lado, es donde radica la universalidad de esta novela, su permiso para formar parte de un canon literario cada vez menos exigente. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTxypj2Ba4-L2aVeedt-TebXoAvZm2TNo-uuUV9WVZeMJrIu0rfZP94Yj7-MJOvmpFyZkmdFRy8Z-fPXwFpR_evRuKRLQoJqUAGHB2hXv7RR8UDCEoei5Bqo2ghAx6DqI0tIMZyOdyidQ/s1600/guerra+civil+americana.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTxypj2Ba4-L2aVeedt-TebXoAvZm2TNo-uuUV9WVZeMJrIu0rfZP94Yj7-MJOvmpFyZkmdFRy8Z-fPXwFpR_evRuKRLQoJqUAGHB2hXv7RR8UDCEoei5Bqo2ghAx6DqI0tIMZyOdyidQ/s1600/guerra+civil+americana.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">El libro está dividido en tres partes:</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">1.-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Consta de veinte capítulos y aproximadamente 350 páginas. Abarca desde la llegada de Lincoln a Washington para tomar posesión de su cargo el 23 de febrero de 1861 hasta el final de ese mismo año, con el estallido definitivo de la contienda bélica entre los estados unionistas y los estados confederados.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN950JAW1pe-mhZXRy-nfA9HsbET-3vl4WV5XEmVvHpgn6K_YgiWNmmksQF4QVvDtP6qu1RXoRsd0qXyw_nZcVvqek_6FaHJj00FtKN-BpqUA4mC4WToT4Iazf1eNSfe3ZQoyB_WTZZwU/s1600/toma+de+posesion+lincoln.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN950JAW1pe-mhZXRy-nfA9HsbET-3vl4WV5XEmVvHpgn6K_YgiWNmmksQF4QVvDtP6qu1RXoRsd0qXyw_nZcVvqek_6FaHJj00FtKN-BpqUA4mC4WToT4Iazf1eNSfe3ZQoyB_WTZZwU/s1600/toma+de+posesion+lincoln.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">2.- Doce capítulos en aproximadamente 360 páginas. Arranca con la Navidad de 1861 y concluye con la batalla de Gettysburg durante el verano de 1863. Es, posiblemente, la mejor de las tres partes.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTYwM-bXu1uPogVoYVBrIhH80DFVrkZrvyoTw94xuVldNbctj5-AnTlzuNOEPjjOKlmU9n00Lhv6yD1VHVo2U0ypukjawxMYeXPDP8_QyaVomrWhmi7UDWmIjumAX7F_8rwCEd9EXnAqg/s1600/Lincoln+discurso+Gettysburg.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTYwM-bXu1uPogVoYVBrIhH80DFVrkZrvyoTw94xuVldNbctj5-AnTlzuNOEPjjOKlmU9n00Lhv6yD1VHVo2U0ypukjawxMYeXPDP8_QyaVomrWhmi7UDWmIjumAX7F_8rwCEd9EXnAqg/s1600/Lincoln+discurso+Gettysburg.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">3.- Doce capítulos y un epílogo en aproximadamente 300 páginas. Últimos combates de la guerra, reelección como presidente de Lincoln y, finalmente, su asesinato en el teatro.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6Gwe3g4cJ18FqG63RkHkZBQrdNB5OSIh4oUAJiREWoIskxJ7SY5mtNKS7TaHyU3fSPIvns4VWNU7ZPu6Qvp8V3-DpoK0spS3R7y09U5HRTLGbynnO6X_bLkUFKRXUM235BeK_ZenvVME/s1600/asesinato+lincoln.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6Gwe3g4cJ18FqG63RkHkZBQrdNB5OSIh4oUAJiREWoIskxJ7SY5mtNKS7TaHyU3fSPIvns4VWNU7ZPu6Qvp8V3-DpoK0spS3R7y09U5HRTLGbynnO6X_bLkUFKRXUM235BeK_ZenvVME/s1600/asesinato+lincoln.png" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><o:p> </o:p>En la parte final del capítulo 10 de la segunda parte, Gore Vidal nos regala un momento mágico: el encuentro entre Walt Whitman y Mr. Chase (Secretario del Tesoro), donde el primero le pide trabajo. Fue un encuentro real que Vidal recrea de manera brillante. Finalmente Chase no hace caso de Whitman y sólo se queda su carta de recomendación porque viene firmada por Ralph Waldo Emerson y es una manera de tener su autógrafo. He de reconocer que no pude evitar, nada más terminar de leer este gran libro de Gore Vidal, volver a leer, una vez más, la hermosa elegía que Whitman le dedicó a Lincoln. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La última<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vez que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>florecieron las lilas en el huerto</i> es uno de esos poemas que me han acompañado en muchos momentos de mi vida, como ciertos versos de Cernuda, de Miguel Hernández, de Antonio Machado, de León Felipe, de Rudyard Kipling. Walt Whitman trabajó finalmente como enfermero durante la contienda bélica. Fue anotando en una especie de diario todo aquello que observaba. Hace unos meses por fin se tradujo a nuestro idioma dicho diario. Hoy ese libro me espera en la estantería o, lo que es más probable, yo lo espero a él. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDlCTbKeuGJWFwy4vZpFM1uBj-pVrFX0eDznb4k8VBWnPdsfPDD7gjY9_5BlWebzEZBhHol06ReolHFISYHBnUxr6VtpiMQKDo8eBxdR55mqQYxqqWUFQjnwpjimMk73Fu31kMfu0IGnY/s1600/whitman.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDlCTbKeuGJWFwy4vZpFM1uBj-pVrFX0eDznb4k8VBWnPdsfPDD7gjY9_5BlWebzEZBhHol06ReolHFISYHBnUxr6VtpiMQKDo8eBxdR55mqQYxqqWUFQjnwpjimMk73Fu31kMfu0IGnY/s1600/whitman.png" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">“La última vez que florecieron las lilas en el huerto,</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">y la gran estrella pronta descendía por el oeste al anochecer,</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">lloré, y lloraré aún más con la primavera que siempre</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;">vuelve.”</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"> (De "Recuerdos del Presidente Lincoln", de Walt Whitman)</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUO0uQG9hJ1JHDh4CBvQ-RtyIpPC3sXF9Ff2H57arOxGu2Gli0kK4QMM2OusIWtThG1N9EbAvC45R0CQXGIzUPkLwgE4PXVWBs8PCsQn1qFBv1T5sQCjusUOz1hjd1aLXqXw0itlQLgrU/s1600/tumba+lincoln.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUO0uQG9hJ1JHDh4CBvQ-RtyIpPC3sXF9Ff2H57arOxGu2Gli0kK4QMM2OusIWtThG1N9EbAvC45R0CQXGIzUPkLwgE4PXVWBs8PCsQn1qFBv1T5sQCjusUOz1hjd1aLXqXw0itlQLgrU/s1600/tumba+lincoln.png" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><br />
</div>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-67644392617825787752012-03-01T06:57:00.000-08:002012-03-01T06:57:44.103-08:00CÁNTICO CÓSMICO<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"> El nombre Ernesto Cardenal apareció en mi vida cuando comencé a leer algunos libros sobre la Teología de la Liberación. Eran tiempos en los que poco a poco iba tomando forma en mí un pensamiento que hasta hoy me ha acompañado: la sensación de pertenencia a una Iglesia distinta. Pero no quiero ahora hablar de eso, aunque tratándose de Cardenal parece difícil que pueda evitar esa tentación. Recuerdo como si fuera ahora esos libros de tapa blanda con impactantes títulos y no menos impactantes argumentos. Y recuerdo, también, esos nombres de gentes a las que he aprendido a admirar a medida que otros se dedicaban a criticar unos trabajos que, dudo, leyeran en profundidad. Hablo de Jon Sobrino, de Helder Cámara, de Ignacio Ellarcuría, de Leonardo Boff, de Gustavo Gutierrez, de Ernesto Cardenal. No me gustaría pensar que son nombres que para muchos ya no dicen nada, pero lo pienso. No me gustaría pensar que ahora ya nadie les escucha, pero lo pienso. No me gustaría pensar que son anatemas prohibidos, pero lo pienso. </div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQW5t-j6c2Fl1YovPqVudw1VS1wboZbX4p-Y7vAe98Hg01NFDa_-tv8tucRB10jdIPChJL1af_px0pL6tqV7ujALerKWwCSs7AY07c0oCFeVxeWTyKcvCcguGLDPNB1CpOBfeA12VjZEE/s1600/ernesto+cardenal.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQW5t-j6c2Fl1YovPqVudw1VS1wboZbX4p-Y7vAe98Hg01NFDa_-tv8tucRB10jdIPChJL1af_px0pL6tqV7ujALerKWwCSs7AY07c0oCFeVxeWTyKcvCcguGLDPNB1CpOBfeA12VjZEE/s1600/ernesto+cardenal.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El nombre del poeta Ernesto Cardenal apareció en mi vida a través de un breve poema incluido en su libro <i>Epigramas</i>. Más tarde, interesado por la calidad y la claridad de un poeta al que creí poseedor de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una voz verdadera, leí otros poemas, como <i>Oración por Marilyn Monroe</i>. Fue entonces, buscando información, cuando me encontré con un título que, como un imán, atrajo mi atención: <i>Cántico Cósmico</i>. Algunos de los poetas que más me habían impresionado utilizaban la palabra <i>Canto</i> o <i>Cántico</i> en sus obras: Walt Whitman (siempre Whitman, persiguiéndome a lo largo de mi vida lectora) o Pablo Neruda. La segunda palabra fue la que me terminó de seducir: <i>Cósmico</i>. Intuía en ella el anhelo de abarcarlo todo. Ya no era un <i>Canto General</i> o un <i>Canto a mí mismo</i>. Luché como nunca por tratar de conseguir el libro. Hay veces que, en determinados lugares, es complicado acceder a ciertos libros de ciertas editoriales. La espera mereció la pena y desde la primera lectura, apresurada y poco atenta, se convirtió en uno de esos libros a los que siempre vuelvo.</div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5euM57-n11qlLSL6NmG0p1GX6sDQ9r3aOXKiNoYJUEIqIztn7WaFtTzNZLRiXf_L_M_oIPx0QhBBpdndUMYKXO1JxkNEZrQqmpHYTW5orKhOS73GxsPM3bQRzcPbcUY7FjiqmZwpOpvg/s1600/cantico+cosmico.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5euM57-n11qlLSL6NmG0p1GX6sDQ9r3aOXKiNoYJUEIqIztn7WaFtTzNZLRiXf_L_M_oIPx0QhBBpdndUMYKXO1JxkNEZrQqmpHYTW5orKhOS73GxsPM3bQRzcPbcUY7FjiqmZwpOpvg/s1600/cantico+cosmico.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El libro <i>Cántico Cósmico</i> apareció en mi vida y se instaló cómodamente, ocupando primero algunas partes de mi ser, pero apoderándose finalmente, como aquella presencia misteriosa en el relato de Cortázar, de Marco Antonio Torres Mazón. No soy objetivo con este libro, así que hacer un análisis pormenorizado de él me resultaría tan complicado como hablaros de mi familia o de mis mejores amigos. Ahora, si lo que queréis es mi opinión sincera y personal, diré que <i>Cántico Cósmico</i> es el mejor libro de poemas escrito en nuestro idioma durante la segunda mitad del pasado siglo XX. Os lo advertí, y el que advierte no es traidor. Sin embargo haré un esfuerzo y trataré de hablaros un poco de este maravilloso poemario. </div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoqkgTl9mBfwm76-ToeKA4e6MHvvNLRFMYl7xEOnzdLVm2ymXS7adjual0pu0IgQxz2_N-sOCVk8mg5D8fmayKZsh3iEzyqTCvHVsV_QCfEzNccE_cydAztEmsqVt9dXeRB4WAXyfCwFY/s1600/el+universo.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoqkgTl9mBfwm76-ToeKA4e6MHvvNLRFMYl7xEOnzdLVm2ymXS7adjual0pu0IgQxz2_N-sOCVk8mg5D8fmayKZsh3iEzyqTCvHVsV_QCfEzNccE_cydAztEmsqVt9dXeRB4WAXyfCwFY/s1600/el+universo.png" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Ernesto Cardenal estuvo trabajando en este libro durante más de treinta años. Se nota en el mimo por la precisión en la utilización de un lenguaje que debe cantar las grandezas del Universo (galaxias, estrellas, supernovas,), del Amor (humano y divino) y del Hombre (como objeto de una Historia y como sujeto destinado a amar y ser amado). Y es que en el <i>Cántico Cósmico</i> el tema es TODO, así, con mayúscula: la creación del Universo, el origen de la vida, las grandes revoluciones sociales, el amor sexual y erótico, la ciencia y la razón, los mitos y las creencias, Einstein, Galileo y Oppenheimer, San Juan de la Cruz, Fray Luis, Rilke y Confucio… y las estrellas; millones y millones de estrellas que, noche tras noche, iluminan nuestros miedos. Pero no es el miedo un tema en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cántico Cósmico</i>; acaso la esperanza y la alegría por pertenecer a este enorme lienzo que llamamos creación. </div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggFEWpZYzKEn-TrguGDe9-rUFRjUx_KMU2O8WbJcWdOZl4aHaU7F2rM5iAojUlrhyphenhyphenI_0eaE4hZCXZVvKOBrZrFM-LBXrxBw1EHxAYMZ31Z_QOoxwP3K-DNDVO0XzMQEipnTjU0_brJwxo/s1600/el+universo+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggFEWpZYzKEn-TrguGDe9-rUFRjUx_KMU2O8WbJcWdOZl4aHaU7F2rM5iAojUlrhyphenhyphenI_0eaE4hZCXZVvKOBrZrFM-LBXrxBw1EHxAYMZ31Z_QOoxwP3K-DNDVO0XzMQEipnTjU0_brJwxo/s1600/el+universo+2.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dividido en cuarenta y tres “cantigas” que ocupan una extensión de más de cuatrocientas páginas, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cántico Cósmico</i> es la obra de una vida; la obra de todas las vidas. Por eso ahora entiendo las palabras de Ernesto Cardenal cuando dijo: “el propósito de mi Cántico es dar consuelo”. Gracias, maestro. </div>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-23890899509168543272012-02-22T23:27:00.000-08:002012-02-22T23:27:36.850-08:00ETIQUETAS Y COMPROMISOS<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"> La guitarra de Woody Guthrie tenía inscrita la siguiente frase: <i>This machine kills fascists</i>. </div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxeZg8adS6RyklmQYk7WvHFwTdA8c0SXZlo8JgrKzQD0AdzabFXwRMozzF6lbiK6F6_WkQW5aADB_E8jT3rtbDWKRTMSKVIJQNJzJupHXQZ1kVnQw0pwQyLFRja6_vdvjJT5gGAC2bJEA/s1600/woody+guthrie.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxeZg8adS6RyklmQYk7WvHFwTdA8c0SXZlo8JgrKzQD0AdzabFXwRMozzF6lbiK6F6_WkQW5aADB_E8jT3rtbDWKRTMSKVIJQNJzJupHXQZ1kVnQw0pwQyLFRja6_vdvjJT5gGAC2bJEA/s1600/woody+guthrie.png" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Vivimos tiempos agitados. Todo lo que hasta ahora parecía estable, inmutable, comienza a tambalearse, a cambiar y a retroceder. Es en circunstancias como la presente cuando uno levanta la cabeza e intenta aguzar el oído para ver si alguien dice algo interesante; algo que, de alguna manera, nos ilumine. Sin embargo, muchas veces sucede que tras escuchar lo que otros tienen que decir las dudas se acrecientan aún más. </div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div> ¿Qué tipo de compromiso debe tener un escritor con el tiempo que le ha tocado vivir? ¿Debe este compromiso estar más allá del mero campo literario para trascender a la vida pública? Es un debate que, sin duda, no pretendo resolver, pero sí dar mi opinión, dejarla por escrito y, si procede, suscitar alguna que otra pregunta de la que desconozco por completo la respuesta; es más, ni siquiera sé si tiene o no respuesta posible.<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tengo la sensación de que muy a menudo confundimos el término “escritor comprometido” con “escritor que, casualmente, piensa lo mismo que yo” Por decirlo de otro modo, si alguien ahora me preguntara: ¿es Mario Vargas Llosa un escritor comprometido? Mi respuesta sería que sí. ¿Tiene Vargas Llosa una “ideología” similar a la mía? Mi respuesta sería que no. Nuestro mundo tiende de una manera cada vez más exagerada a la etiqueta fácil, donde términos como “izquierda” o “derecha” parecen sinónimos de “comprometido” y “reaccionario” Pero uno va cumpliendo años y, sobre todo, lecturas como para contentarse con tan poca cosa. Lo siento, cada vez me gustan menos los escritores que, desde una determinada y muy respetada posición ideológica, son incapaces de ver más allá de esa misma posición ideológica. Lo diré claro y sin ambages: hay escritores del sector más progresista que cuando se les pregunta por el régimen cubano ponen cara de palo, cambian de tema o, lo que es aún peor, defienden lo que a todas luces ya es indefendible. Y, claro, hay escritores del sector más conservador que cuando se les pregunta por la Guerra Civil Española, por la ley de memoria histórica, por la exhumación de fosas, dicen que hay que mirar hacia delante, que aquello ya es cosa del pasado o, lo que es aún peor, que si unos mataron también lo hicieron los otros, que para eso está Paracuellos del Jarama. No me fío de ninguno de estos dos tipos de escritores, pues demuestran una alarmante falta de talento para contemplar el mundo que nos rodea y en el que vivimos. Quizás me puedan interesar sus libros (que no es poco) pero seguro que no son esos faros que tanto reclamamos. Un faro alumbra en la oscuridad, y este tipo de intelectuales son parte de la oscuridad. Por el contrario me gusta el escritor que demuestra dudas, que rema a contracorriente, que sabe superar el obstáculo de su propia ideología para señalar algo que está mal, o algo que no le gusta, o algo que se podría hacer mejor. Ese escritor no suele encajar en ninguna de las etiquetas anteriormente mencionadas; suele caer mal a ambos lados de la frontera. </div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiC7m09j5T8M3WTyFIqeBLZPEUP302DIZTm6w9wPyXXmu9lQevK46jvYTed2VO7-OHuirdgmbjWOsldxNW-ZArpy-NPR0zGGHdLL-oTLDWnruYkpd9VYW2YuNpTkK0aziXlPiaSQ6-POwc/s1600/luz+y+oscuridad.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiC7m09j5T8M3WTyFIqeBLZPEUP302DIZTm6w9wPyXXmu9lQevK46jvYTed2VO7-OHuirdgmbjWOsldxNW-ZArpy-NPR0zGGHdLL-oTLDWnruYkpd9VYW2YuNpTkK0aziXlPiaSQ6-POwc/s1600/luz+y+oscuridad.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div> Miguel de Unamuno apoyó en un primer momento el golpe de estado de Julio de 1936. Unos meses después, cuando vio lo que ocurría en Salamanca con las represiones por parte de los fascistas, no dudó en condenar, probablemente más alto y más claro que nadie en nuestro país, el poder de los generales golpistas. Unamuno es para mí un referente.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYxEa3sL70KNRWe1VRE_mftEOw_Cc_nUpV68rgVivqC1a5YmqyIXdWedUDvNQMQtKIQqmOuKPIyJblhO7YmxJKe696HWL5imWoP8KD3NqtoxFu5EMxiRV7yRDNhoO2D3-Fvj4MHkgHuME/s1600/unamuno.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYxEa3sL70KNRWe1VRE_mftEOw_Cc_nUpV68rgVivqC1a5YmqyIXdWedUDvNQMQtKIQqmOuKPIyJblhO7YmxJKe696HWL5imWoP8KD3NqtoxFu5EMxiRV7yRDNhoO2D3-Fvj4MHkgHuME/s1600/unamuno.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>George Bernanos, escritor francés con la etiqueta de conservador puesta en la espalda y, para más señas, católico, apoyó también el golpe de estado en nuestro país. Durante su estancia en Palma de Mallorca pudo contemplar la dura represión a la que los fascistas sometían a los partidarios de la legalidad republicana, y no dudó en ningún momento en escribir uno de los libros más duros, claros y comprometido sobre nuestra guerra civil: <i>Los grandes cementerios bajo la luna.</i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEishvW-e2J3MWhps5EwrTLFns1dY8Wvzv1AGmeAydLk87f_6zWOPZ-eu215IJ9e4_-GaVYFtmHP54grNJtzbmJmtixb76XtRs89b1WVY9GgqZ83nWMPu0WmGQ9Alelq623dadvFDJNjmPE/s1600/george+bernanos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEishvW-e2J3MWhps5EwrTLFns1dY8Wvzv1AGmeAydLk87f_6zWOPZ-eu215IJ9e4_-GaVYFtmHP54grNJtzbmJmtixb76XtRs89b1WVY9GgqZ83nWMPu0WmGQ9Alelq623dadvFDJNjmPE/s1600/george+bernanos.jpg" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>George Orwell repartió leña por igual a un lado y a otro, cual boxeador arrinconado en el cuadrilátero de las letras, y, así, escribió su maravilloso <i>Homenaje a Cataluña</i> durante su experiencia de la Guerra Civil Española y su <i>Rebelión en la granja</i> y <i>1984</i> tras ser testigo del alzamiento de todo tipo de totalitarismos, tanto en Alemania con Hitler como en Rusia con Stalin.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVrLoVmokJwIdJx-_uQaJx8YnqEduTICfvvOCDRq93jzB0sFIQpjcTnvC_ueBX-jS77SCj-VAqxLZCZXaYUcaUiIFECb35rmg5QbIvZWSznHmXVKef-opzNXG2nhzTq3TMxRRzhzPQDUs/s1600/george+orwell.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVrLoVmokJwIdJx-_uQaJx8YnqEduTICfvvOCDRq93jzB0sFIQpjcTnvC_ueBX-jS77SCj-VAqxLZCZXaYUcaUiIFECb35rmg5QbIvZWSznHmXVKef-opzNXG2nhzTq3TMxRRzhzPQDUs/s1600/george+orwell.jpg" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No pretendo hacer aquí una retahíla de ejemplos que todos conocemos, pero imagino que con los tres autores citados queda claro lo que quiero decir. El verdadero intelectual es aquel que sabe mirar el mundo y que, por medio de la palabra, trata de explicarlo a los demás. Las etiquetas sólo sirven para que no nos perdamos en los hipermercados, pero no para la vida, ni para la literatura. Sin embargo hay autores que viven muy cómodos con sus etiquetas, alardeando e incluso haciendo carrera a costa de ellas. No me apetece poner ejemplos de estos tipos siniestros y su legión de seguidores. Sólo diré que existen a ambos lados de esa frontera absurda con la que algunos pretenden delimitar nuestro pensamiento. Ah, se me olvidó decir que tampoco me gustan las fronteras...</div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjolfPZAMDMrz_4AUO6UEFerzRvuRM-I-EStxhVvsYuOtT6HGV2JzxHLf_lbLHE8qV147F_sO9m5x47G6S3dC0p5CEJohvpg0oT2vqaBhcSQQMh8TOXRkNvyb-MLX_udsp4elFtP6iJRsU/s1600/ETIQUETAS.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjolfPZAMDMrz_4AUO6UEFerzRvuRM-I-EStxhVvsYuOtT6HGV2JzxHLf_lbLHE8qV147F_sO9m5x47G6S3dC0p5CEJohvpg0oT2vqaBhcSQQMh8TOXRkNvyb-MLX_udsp4elFtP6iJRsU/s1600/ETIQUETAS.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Me es imposible cerrar esta reflexión con una conclusión. Sólo lanzar un último pensamiento, una última idea. Un escritor con lo primero que tiene que comprometerse es con su propia obra, con su propia literatura, con sus propias palabras. Como lector, es decir, como náufrago que busca un trozo de madera que me permita no morir ahogado en este inmenso mar de confusión, de nada me vale las proclamas, las pancartas, los grandes axiomas tras los que muchos supuestos escritores se esconden. Lo que necesito es abrir un libro y leer al menos una frase que arroje un poco de luz.</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Insisto, la guitarra de Woody Guthrie tenía inscrita la siguiente frase: <i>This machine kills fascists</i>.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVua3-xuu6w1gP5AAjCnvE-yYRwWWgHdNB_7WrK_OG4kZv3TqAqQvox2PI9x5tUSqj57G6ttp1-zA1tsYn82Ox0ipKaUmVhuAwpWk4z-jg63wsxP5m8f_IQY8UwXAKHIgkgJBeKRRpetU/s1600/this+machine+kills+fascists.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVua3-xuu6w1gP5AAjCnvE-yYRwWWgHdNB_7WrK_OG4kZv3TqAqQvox2PI9x5tUSqj57G6ttp1-zA1tsYn82Ox0ipKaUmVhuAwpWk4z-jg63wsxP5m8f_IQY8UwXAKHIgkgJBeKRRpetU/s1600/this+machine+kills+fascists.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-56552938915278644892012-02-16T06:55:00.000-08:002012-02-16T06:55:14.841-08:00DAVID LYNCH, VOLUMEN I: ACCIONANDO LA PALANCA DE LOS SUEÑOS.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>1976. Sobre pantalla de cine y en blanco y negro, el Hombre del Planeta acciona la palanca que nos introduce en el mundo onírico de David Lynch. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm1m5PeI0nyB-Hmirv8SKZtyDRGmx6PDQFHopCzeimley2m1kaPt-VweFVMjs6QZuQDwEDwL6NeFsAGn4GIn8og-rN0iKSp55ttW1nYVddFKs_m3EIiwriQs7W9Pl4dLarvTqVunnj9mY/s1600/cabeza+borradora.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm1m5PeI0nyB-Hmirv8SKZtyDRGmx6PDQFHopCzeimley2m1kaPt-VweFVMjs6QZuQDwEDwL6NeFsAGn4GIn8og-rN0iKSp55ttW1nYVddFKs_m3EIiwriQs7W9Pl4dLarvTqVunnj9mY/s320/cabeza+borradora.jpg" width="320" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div> 2006. Sobre pantalla de cine y en color, todas las actrices bailan y cantan <i>Sinnerman</i> de Nina Simone.<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSbsPveAE-wE6GhnUTPAmfMj6MMPvCrcDS5igr0s1RQ8TgROtc95O333MpQOdP-47Noz9tKUzyMXkFnrroVQEzPsRXAsjhNqH3ZgJdwxiaFI_Yy0jhWhD4JSWmi9PJhfWuRjklLYD-WII/s1600/inland+empire+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSbsPveAE-wE6GhnUTPAmfMj6MMPvCrcDS5igr0s1RQ8TgROtc95O333MpQOdP-47Noz9tKUzyMXkFnrroVQEzPsRXAsjhNqH3ZgJdwxiaFI_Yy0jhWhD4JSWmi9PJhfWuRjklLYD-WII/s1600/inland+empire+2.jpg" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div> En medio de semejante tempestad quedan treinta años y 1297 minutos: la filmografía de uno de los últimos genios (en tanto que narrador único y original) del Séptimo Arte. Diez largometrajes que son diez viajes sin punto de salida y sin una meta clara, salvo la de utilizar la pantalla de cine como un enorme lienzo en movimiento. Y es que a menudo se ignora (o se pasa por alto) el hecho de que David Lynch es, antes que nada, un pintor. Siempre he pensado que eso era algo fundamental para poder entender la obra cinematográfica (no hablaré aquí de sus trabajos para televisión, algunos de los cuales han alcanzado una importancia capital, como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Twin Peaks</i>) de un autor al que muchos han llamado, no sin faltarles parte de razón, el último de los surrealistas. <br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiepgn040KfpllCgfKvQE2wW-r2JXfJbOV6dGQk3HFkZKQWSGGxMWKymiRsScflGYRM3t-nRoTf5hZJjsvTjjQ72XjjN22WGtqI847pAArq7H7S2IUx7b2jUorkJJZnGooeYKx0hApY8q4/s1600/twin+peaks.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiepgn040KfpllCgfKvQE2wW-r2JXfJbOV6dGQk3HFkZKQWSGGxMWKymiRsScflGYRM3t-nRoTf5hZJjsvTjjQ72XjjN22WGtqI847pAArq7H7S2IUx7b2jUorkJJZnGooeYKx0hApY8q4/s320/twin+peaks.jpg" width="320" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>De <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cabeza borradora</i> (1976) a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Inland Empire</i> (2006) hay una evolución para llegar al mismo punto de partida. Seguramente tanto su primera como su última cinta guardan más puntos en común que el resto de sus películas, demostrando así que el viaje dentro de la obra de Lynch siempre es circular o, como sucede en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dune</i> (1984), un viaje que no necesita movimiento</span><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA6J808bawvR5pssY9zIjmajYdirLBTKSlRz4wUp-LbnBBPSauaTXBqdSuFoppgZcvhu5BuxPit9B6M1A_xyKIZjgMeEdrq9ewSOiBPXaSud02X0rpRnoe_SPlAlFoS5SJkIPRuVyzgdE/s1600/david+lynch+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA6J808bawvR5pssY9zIjmajYdirLBTKSlRz4wUp-LbnBBPSauaTXBqdSuFoppgZcvhu5BuxPit9B6M1A_xyKIZjgMeEdrq9ewSOiBPXaSud02X0rpRnoe_SPlAlFoS5SJkIPRuVyzgdE/s1600/david+lynch+1.jpg" /></a></div>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-72892140091166016202012-02-09T06:49:00.000-08:002012-02-09T06:49:04.946-08:00LIBROS DE CINE<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"> Recuerdo que el primer libro de cine que me compré fue <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El cine norteamericano en 120 películas</i>, de Augusto Martínez Torres. Desde luego el título era premonitorio de lo que me aguardaba tras sus páginas: 120 películas norteamericanas, desde el período mundo hasta la actualidad (de aquel momento, claro), ordenadas por año de producción, con una pequeña ficha técnica y un breve comentario. Entonces, contaba catorce años, me pareció casi una enciclopedia. Lo leí hasta aprenderlo de memoria. Todavía lo conservo, con las hojas amarillas y algunas anotaciones que apenas soy capaz de descifrar. Lo que me enseñó aquel primer libro es que el cine también hay que leerlo, estudiarlo, para poder apreciarlo mejor. No siempre conocer el truco del mago nos hace dejar de creer en su magia. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ-Y0jIIr6YeyTI_iBMjqKj1IzLu1uOLROabB1QtYzDud0V-MmuEjjEHOPte2uxbBYkYK_0BYEhF0CvP0IUhNvY6FAQr3fIaz4UcHnuZWqBNNwMhsuBr43mlbXaghLe0oySZjlAfO-ROw/s1600/augusto+martinez+torres.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ-Y0jIIr6YeyTI_iBMjqKj1IzLu1uOLROabB1QtYzDud0V-MmuEjjEHOPte2uxbBYkYK_0BYEhF0CvP0IUhNvY6FAQr3fIaz4UcHnuZWqBNNwMhsuBr43mlbXaghLe0oySZjlAfO-ROw/s200/augusto+martinez+torres.jpg" width="117" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pero el primer libro importante de cine que leí fue, sin duda, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El cine según Hitchcock</i>, de Francois Truffaut. Ahí ya aprendí más cosas. La enorme complicidad que recorre toda la larga entrevista entre ambos genios del cine me dejó completamente deslumbrado. Además, en esa época consumía mis primeras cintas de la Nueva Ola francesa, y ver a uno de sus máximos representantes preguntar con tanta insistencia sobre aspectos técnicos a Hitchcock me pareció maravilloso. Años más tarde comprendí, como se comprenden las cosas cuando se va madurando, que el cine de aquel orondo inglés y el de aquel elegante francés tienen mucho en común.</div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUvx9tEn_h3W8auDUMoTVgjq1twq-Ys-2fCn5W-C5Q-mzseQL1EHeYmQZEuuG7nBmdwswAHz19eokCgkceVrH6BA9nRNkX7jAlb94dgiHrEMMfIvLBfmUz7kjGCNx7xrEebiEFMqOTP3c/s1600/hitchcock+y+truffaut.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="138" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUvx9tEn_h3W8auDUMoTVgjq1twq-Ys-2fCn5W-C5Q-mzseQL1EHeYmQZEuuG7nBmdwswAHz19eokCgkceVrH6BA9nRNkX7jAlb94dgiHrEMMfIvLBfmUz7kjGCNx7xrEebiEFMqOTP3c/s320/hitchcock+y+truffaut.jpg" width="320" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El libro que definitivamente me confirmó que leer sobre el cine no está reñido con leer buena literatura fue <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cine o sardina</i>, de Guillermo Cabrera Infante. Es uno de los mejores libros que he leído nunca. La perfecta combinación entre conocimientos cinematográficos, anécdotas divertidas y un uso del lenguaje no carente de inventiva me enamoró. Aún hoy vuelvo a él, ojeando algún artículo, consultando algún dato, disfrutando de alguna anécdota. Me divertía mucho la anécdota que contaba Cabrera Infante sobre cómo echó a un político de su casa porque decía que no le gustaba el cine. </div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrXPnfvFIJHzvzn9hmpZfWDBudo-9CE2SjyUDI1usFLH_I2kjzWNK0Ckjov4zSUa3wAgRXLVY6qilJYZ963R-skl0Cp0z5hnYSW78mhObhGHs-4oiX6jQS6oNIomiu-BnUvV1dQAyoeag/s1600/cine+o+sardina.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrXPnfvFIJHzvzn9hmpZfWDBudo-9CE2SjyUDI1usFLH_I2kjzWNK0Ckjov4zSUa3wAgRXLVY6qilJYZ963R-skl0Cp0z5hnYSW78mhObhGHs-4oiX6jQS6oNIomiu-BnUvV1dQAyoeag/s1600/cine+o+sardina.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hoy, algunos estantes de mi biblioteca están llenos de este tipo de libros. Muchos de ellos me han enseñado a mirar lo que me rodea y lo que cada día me devuelve la mirada en el espejo. Gracias a aquella educación sentimental comprendí que saber mirar es saber amar.</div>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-4914415287934882282012-02-05T23:58:00.000-08:002012-02-05T23:58:54.043-08:00LA SOLEDAD DEL LECTOR DE FONDO<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"> Domingo, 5 de febrero de 2012: con ilusión, pero también con algo de miedo, comienzo la lectura de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lincoln</i>, de Gore Vidal. Ilusión que es la misma que se tiene al abrir las primeras páginas de un libro que llevas años deseando leer. Miedo que es el mismo de saberse ante una obra de envergadura, por su volumen (algo más de mil páginas) y por su densidad de ideas políticas y humanas. </div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEib5nXfzKEhn0AQbJ01eH7_998N1g7Y1b24TjWhbe4ra9rA9IXVHePrzsxNZpvXys6Eg7zc5upXZ1tosSYhhzr_HzPGlg5tVrhk_qBoc5JEtNFqVk4h-Y3l9sCDuj6Gmizr4prWZWxOGPA/s1600/lincoln.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEib5nXfzKEhn0AQbJ01eH7_998N1g7Y1b24TjWhbe4ra9rA9IXVHePrzsxNZpvXys6Eg7zc5upXZ1tosSYhhzr_HzPGlg5tVrhk_qBoc5JEtNFqVk4h-Y3l9sCDuj6Gmizr4prWZWxOGPA/s1600/lincoln.jpg" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Creo que todo buen lector tiene el deber de enfrentarse, a lo largo de su vida lectora, con ciertos libros, ciertas lecturas que le pongan a prueba. La tentación de terminar leyendo cómodas novelas que no requieran el más mínimo esfuerzo me produce el mismo miedo que enfrentarme a esos ochomiles que me dejan sin respiración. No obstante, siempre he preferido ver el mundo desde las alturas, a pesar de que allí, en lo más alto, a veces me siento muy solo.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFaNBCaH_gASSanjOYKf6LLKolzyU22CGQMYMRtwpk0VmoRoSavhZ_x6H8cRqcIhSFiwELmdhnyh6C_8HrZYo1x4s4nbd6_GpYQRKsr2Kb4NXvDMihoaq2oROK_IDkEph9dDpu4QN2aGY/s1600/cima.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFaNBCaH_gASSanjOYKf6LLKolzyU22CGQMYMRtwpk0VmoRoSavhZ_x6H8cRqcIhSFiwELmdhnyh6C_8HrZYo1x4s4nbd6_GpYQRKsr2Kb4NXvDMihoaq2oROK_IDkEph9dDpu4QN2aGY/s1600/cima.jpg" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-48625936373357433122012-02-02T06:43:00.000-08:002012-02-02T23:36:25.076-08:00PROMESAS (PARCIALMENTE) CUMPLIDAS<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"> Comienza a sonar el nuevo disco de Leonard Cohen, <i>Old Ideas.</i> Remuevo el café con la cucharilla. Mi mundo, aquí y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ahora, lo componen diez canciones emocionantes (traducidas por un inspirado Joaquín Sabina) y una taza humeante. En unas horas volveré al otro mundo, al que hay fuera de la ventana por la que trata de asomar el sol, al que no anhelo regresar cuando las nubes bañan la cúpula celeste. No tengo muy claro ahora qué quiero escribir, pero sé que quiero escribir.</div><br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Prometí hacer una relación de aquellas lecturas que más me habían gustado el pasado año. Ahora me parece aburrido hacer eso. Sin embargo, para cumplir, aunque sea en parte, dicha promesa, diré que si tuviera que quedarme con un libro de los que leí en el 2011 sería, sin apenas duda, <i>Llámame Broklyn</i>, de Eduardo Lago. ¿Por qué? Pues porque es una de esas obras que no te importaría volver a leer. En los tiempos que corren eso es decir mucho. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2GQm32UVlvFn7D1_L3u6KWQe_nYWEACKkdeEPhKcQjZso_Io6rrIHbEOffKcUzAO2FUvzxZmxPnP3cLC_Z_1ebHFUSDahtD91uCNbN8hyphenhyphen_eFpZxXqMgDNCl_QdHgjln2R_dE2-zuW-6Q/s1600/eduardo+lago.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2GQm32UVlvFn7D1_L3u6KWQe_nYWEACKkdeEPhKcQjZso_Io6rrIHbEOffKcUzAO2FUvzxZmxPnP3cLC_Z_1ebHFUSDahtD91uCNbN8hyphenhyphen_eFpZxXqMgDNCl_QdHgjln2R_dE2-zuW-6Q/s200/eduardo+lago.jpg" width="132" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Prometí, también, hacer una crónica del concierto que Keith Jarrett celebró y grabó en Colonia en 1975. Realmente parto de un error: no puedo hacer una crónica de un concierto en el que no he estado (entre otras cosas porque aún faltaban tres años para que abriera los ojos al mundo), así que me conformaré, y consideraré la deuda saldada en parte, con recomendar fervientemente escuchar a este pianista único e irrepetible, capaz de estar improvisando (como en el citado concierto) durante más de una hora unos acordes que nos transportan al cielo. Y otra vez el cielo... Este segundo punto (o promesa difícilmente realizable) me lleva a otra cosa que siempre he pensado: la estrecha relación entre el Jazz y la Literatura. Esto daría para un ensayo (que seguramente ya está escrito), pero me vuelvo a conformar con comentar una cosa: solamente en <i>Rayuela</i>, de Julio Cortázar, hay para escribir ese ensayo imaginario. De hecho, hace algunos años me encontré con un disco titulado <i>Jazzuela</i>, que no era otra cosa que una magnífica recopilación de la mayoría de temas de Jazz citados en la obra magna de Cortázar. No prometo, a estas alturas, escribir algo sobre el Jazz y la Literatura.</div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgx0AArNsz3b5mfGAbWXaFJ4PjaTyMpe-JnjfjTRNnqdFxxruwUU_u0DfCk555caqOWOQbj8W1XNixbIXCcXUlaHoTxw8V1-wlf7AVHrs1j_uxi_ZTLlXNyikim87ALOCBs_EzKIIcOR2A/s1600/keith+jarrett.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgx0AArNsz3b5mfGAbWXaFJ4PjaTyMpe-JnjfjTRNnqdFxxruwUU_u0DfCk555caqOWOQbj8W1XNixbIXCcXUlaHoTxw8V1-wlf7AVHrs1j_uxi_ZTLlXNyikim87ALOCBs_EzKIIcOR2A/s1600/keith+jarrett.png" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sigue cantando Cohen, con su voz que es un susurro lleno de sabiduría y belleza, lleno de años y experiencias, lleno de arrepentimiento y temor, lleno de serenidad y lucha. Prometí, finalmente, hablar sobre el boxeo y el ajedrez, sobre Ali y Fischer. Descubro hace unos días que incluso hay un deporte que es una mezcla de ambas disciplinas, lo cual me parece sumamente ridículo y me quita las ganas de escribir sobre el tema. En mi ingenuidad pensaba hablar de dos hombre que, acostumbrados a luchar contra rivales teóricamente más fuertes que ellos, supieron ganar una y otra vez, consiguiendo ser leyendas y referentes. Es posible que figuras como Ali o Fischer no vuelvan a aparecer nunca más. Es posible…</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsazFxpcZGwTSFowyfhvZoNYcsi2vndsP2UI6xaFnFWBVGzPinf4gCQ6StMtwxhyr09avSqSYg8hStuk-yskXdMrjByzXCPbqMITgszFvur2043zO1MAqkYwDt8Z2dTEfqy7ZyQO2YOA8/s1600/fischer.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsazFxpcZGwTSFowyfhvZoNYcsi2vndsP2UI6xaFnFWBVGzPinf4gCQ6StMtwxhyr09avSqSYg8hStuk-yskXdMrjByzXCPbqMITgszFvur2043zO1MAqkYwDt8Z2dTEfqy7ZyQO2YOA8/s1600/fischer.png" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No puedo dejar de pensar en todo lo que está pasando en nuestro país. No puedo dejar de pensar en Baltasar Garzón. No puedo dejar de pensar en mi abuelo Antonio y en la 209 Brigada Mixta. No puedo dejar de pensar en mi tío abuelo José María y en el campo de concentración de Aranda de Duero. No puedo dejar de pensar en esta crisis y en esos salvadores vestidos de azul. No puedo dejar de pensar en lo mucho que me gusta el último disco de Leonard Cohen. Es posible que cuando deje de pensar todas estas cosas, pueda comenzar a caminar de nuevo. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKfMGLOtZFD7cRHPQ02t4h8vYTxWPDe9sn0GP_Ngo657DLU9KGOODwVvzsq1QS32ehLtn6LN6mlzyqwj4VR_pTEMwN7fS6fxdTcYap6Fbp4mjfYBN3lMbtL4lJ_nHLSyiNsdw50gEfJVM/s1600/batalla+teruel.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKfMGLOtZFD7cRHPQ02t4h8vYTxWPDe9sn0GP_Ngo657DLU9KGOODwVvzsq1QS32ehLtn6LN6mlzyqwj4VR_pTEMwN7fS6fxdTcYap6Fbp4mjfYBN3lMbtL4lJ_nHLSyiNsdw50gEfJVM/s1600/batalla+teruel.png" /></a></div>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-2098324621971846482012-01-26T08:33:00.000-08:002012-01-29T10:47:50.218-08:00BUENOS PROPÓSITOS QUE NO PROMETO CUMPLIR<div style="border: currentColor;"><span style="font-family: "Times New Roman";"> Con el nuevo año siempre vienen los buenos propósitos. Tras hacer examen de conciencia y suspender por no haber estudiado lo suficiente, me hago la promesa de recuperar viejas (y no tan viejas) costumbres. Y entonces recuerdo que tenía un blog (sí</span><span style="font-family: "Times New Roman";">, como casi todo el mundo hoy en día, para que lo vamos a negar) que nadie leía pero que me permitía mantener una conversación conmigo mismo sobre aquellas cosas que me parecen importantes: los libros, las películas, las canciones, las reflexiones... Nada nuevo: un ejercicio de onanismo autocomplaciente para no perder la forma.</span></div><span style="font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>NUEVOS PROPÓSITOS A CORTO PLAZO PARA ESTE BLOG:</span><br />
<div style="margin-left: 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: "Times New Roman";">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span><span style="font-family: "Times New Roman";">Relación de aquellas lecturas del pasado año que más me han gustado (o, simplemente, de las que me apetece hablar).</span></div><div style="margin-left: 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: "Times New Roman";">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span><span style="font-family: "Times New Roman";">Escribir un artículo sobre el concierto que Keith Jarrett grabó en Colonia en 1975.</span></div><div style="margin-left: 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: "Times New Roman";">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span><span style="font-family: "Times New Roman";">Artículo sobre la relación entre el boxeo y el ajedrez, centrándome en las figuras de Ali y Fischer.</span></div><div style="margin-left: 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;"><div style="border: currentColor;"><span style="font-family: "Times New Roman";">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span><span style="font-family: "Times New Roman";">Último propósito: cumplir alguno de los tres propósitos anteriores.</span></div></div><div style="margin-left: 35.25pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaGpEUvH822CeAdCaHilzJzjEZxgKbtFdK0RWTkZpVHHAnGsHQiZfTPFOIST8M6tGIGxY4xBu_Y_29kDJWYjKEq6qDzUgaMjlqtPNOmvTF5MGY8D1DKEQJG2fsbOb70epWrJvykWXOemQ/s1600/untitled.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" gda="true" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaGpEUvH822CeAdCaHilzJzjEZxgKbtFdK0RWTkZpVHHAnGsHQiZfTPFOIST8M6tGIGxY4xBu_Y_29kDJWYjKEq6qDzUgaMjlqtPNOmvTF5MGY8D1DKEQJG2fsbOb70epWrJvykWXOemQ/s200/untitled.bmp" width="196" /></a></div><div style="border: currentColor;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Bueno, supongo que después de ocho meses sin pasear por las playas de Ítaca nadie puede pedirme mucho más, ni siquiera yo mismo.</span></div>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-25457490568095680402011-05-08T00:14:00.000-07:002011-05-08T00:14:11.221-07:00LOS LIBROS QUE NOS QUEDAN POR LEER.<div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt;"> Creo que era Francisco Umbral el que decía que lo peor de morirse era los libros que uno dejaba por leer. No hay verdad más absoluta para el que no entiende la vida sin la compañía de esos seres encuadernados y repletos de palabras e historias. Estoy leyendo ahora mismo <i>Llámame Broklyn</i>, de Eduardo Lago. La misma semana en la que abro el libro por vez primera, mi mirada ya se posa sobre esa zona de mi biblioteca donde están los libros pendientes de leer. Mi respiración se acelera, en un claro síntoma de alegría y desesperación a partes iguales. Ansiedad por la tentación de coger otro libro sin haber terminado el que tengo entre las manos. Y eso es solamente con los libros que tengo en casa. Luego vas a la librería de turno y compruebas que algunos de tus autores favoritos acaban de publicar, o te llevas la sorpresa por esa reedición tan largamente esperada, o por fin acaban de sacar en edición de bolsillo esa novela que en tapa dura era tan cara. Eso, finalmente, te lleva a la tentación de hacerte con un ejemplar y, cuando llegas a casa, te acuerdas de que Eduardo Lago te está esperando con las páginas abiertas. Y esta historia se repite una y otra vez. Entonces la zona de los libros pendientes de leer va creciendo, y tu ansiedad también. Pero, afortunadamente, recuerdas el pasaje de <i>84 charing cross road</i> en el que la protagonista dice que hay que leer muy despacio, como si cada libro fuese el último que vas a leer en tu vida. Recuperas el pulso y las páginas de Eduardo Lago. </div><div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIBmIrggKbN8soyltg5QJ7YIXwGOU8zBWqGvgYLPjBX7YGLFayazLRWyq9SlpaUfNluLIyLlCnkb82__vsXy35MslFIkMtAfppizmblbfv6KJLREUpjuMXZTA2Z7-vmHbz5hMAjWiFhFU/s1600/84_Charing_Cross_Road.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="253px" j8="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIBmIrggKbN8soyltg5QJ7YIXwGOU8zBWqGvgYLPjBX7YGLFayazLRWyq9SlpaUfNluLIyLlCnkb82__vsXy35MslFIkMtAfppizmblbfv6KJLREUpjuMXZTA2Z7-vmHbz5hMAjWiFhFU/s320/84_Charing_Cross_Road.jpg" width="320px" /></a></div><div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tengo una pesadilla: el mismo día de mi muerte aparece en las librerías la obra maestra de la literatura del siglo XXI, un nuevo Joyce, un nuevo Faulkner, un nuevo Kafka. Lo único que me consuela al despertar es que veo poco probable que aparezcan escritores a corto-medio plazo tan importantes como éstos. No obstante, para mayor seguridad, empiezo a <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fumar menos y beber menos café. Nunca se sabe.</div>MARCO A. TORRESMARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-38949037266340200062011-04-14T23:26:00.000-07:002011-04-14T23:26:44.519-07:00EL MUNDO COMO UN AEROPUERTO: PLATAFORMA, DE MICHEL HOUELLEBECQ<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"> Me enfrento a la segunda novela que leo de Michel Houellebecq con ánimo pero con miedo. Hace apenas cinco días que concluí la lectura de <em>Las partículas elementales</em> y aún con la resaca del radical nihilismo de este autor francés me adentro en <em>Plataforma</em>. No me ha defraudado. Me reitero en mi impresión de que estamos ante un gran autor. Ante un autor perdurable, no una flor de un día. Pero también me reitero en la impresión de que no es un autor recomendable a todo el mundo. No es el tratamiento del sexo lo que más me preocupa a la hora de dudar entre si recomendarlo o no; es su infinita poca fe en el hombre, en la capacidad de éste para alcanzar la felicidad, en la más que probable ausencia de futuro que nos espera a los hombres, en la baja moral (por no decir nula) que viste esta Europa decadente. Por eso me resulta curioso que todas las polémicas que tiene este autor sean por dos temas:</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span>La cruda exposición de las relaciones sexuales. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.25pt; text-indent: -18pt;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span>La supuesta islamofobia que transpiran sus textos.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">El primero de los temas polémicos es cierto: Houellebecq relata los encuentros sexuales de sus personajes con todo lujo de detalles, con toda su desnudez. ¿Algún problema en pleno siglo XXI<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con este asunto? Sería preocupante...</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.25pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.25pt;">En cuanto a la supuesta islamofobia no estoy de acuerdo. Quien opine que en <em>Plataforma</em> o en <em>Las partículas elementales</em> hay un frontal rechazo al Islam es que o no ha leído ambas obras o, lo que es peor, las ha leído mal. Otra cosa es que criticar ciertas posturas del Islam esté mal visto por algunos sectores de la sociedad, cosa que tampoco entiendo, pues en democracia y con libertad de expresión cualquier idea es criticable.</div><div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.25pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_utrt_0-qB2tYvdoNRG6jz9MCNTkTYl-TzY3VUFz0ALcljZm2RiVfDt33gwDXjdfrrgohUlQVYGH0-DVB_yxl4l9W3YdwS21KDdTRh1OwOXQKlFo4xEqqe3ZulMthohwFO6FHZGYyc8A/s1600/houellebecq11.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" r6="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_utrt_0-qB2tYvdoNRG6jz9MCNTkTYl-TzY3VUFz0ALcljZm2RiVfDt33gwDXjdfrrgohUlQVYGH0-DVB_yxl4l9W3YdwS21KDdTRh1OwOXQKlFo4xEqqe3ZulMthohwFO6FHZGYyc8A/s200/houellebecq11.jpg" width="130" /></a></div><div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.25pt;"><em>Plataforma</em> es, finalmente, una novela sobre la ausencia de felicidad y la eterna búsqueda de esa quimera, sobre el sexo como producto de mercado, sobre las relaciones humanas y las humanas relaciones, sobre el mundo de los viajes y, por encime de todo, sobre los aeropuertos. Y es que nuestro mundo, según Houellebecq, no es más que un enorme aeropuerto en el que siempre estamos de paso, o esperando a alguien.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">MARCO A. TORRES</div>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-822632008134949311.post-52567877574919546532011-04-10T05:07:00.000-07:002011-04-10T05:07:49.653-07:00LAS PARTÍCULAS ELEMENTALES, DE MICHEL HOUELLEBECQ<div style="text-align: justify;"></div><div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></div><div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>“Toda<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sociedad tiene<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sus<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>puntos débiles, sus llagas. Meted el dedo en la llaga y apretad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bien fuerte.” Michel Houellebecq </div><div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><br />
</div><div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></div><div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>De vez en cuando un libro decide pegarte un par de bofetadas.</div><div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>De vez en cuando, cada vez más de tarde en tarde, un libro consigue despertar algo dormido en tu interior. </div><div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>De vez en cuando un libro<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hace pedazos esos esquemas ya llenos de telarañas. <span style="mso-tab-count: 1;"> </span></div><div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>De vez en cuando un libro logra zafarse del trasnochado discurso de izquierdas y derechas y sabe golpear en ambas direcciones, sin piedad. <span style="mso-tab-count: 5;"> </span></div><div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 5;"> </span>De vez en cuando un libro hace que la palabra “polémica” esté plenamente justificada.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfY68WNI3kCzagI5WL5JvZ-2VoRBjDzXZ1VgW-mSJmk3xxAFj-1sE7dBEk8hupE1VOqrp-AkXStGhQv2GnL_s-YdszP9b8P5jeiDk8epoqp4tJauEBMs_9nEE0tW3ZWsEMHNnuJOzSvuY/s1600/las+particulas++elementales.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" r6="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfY68WNI3kCzagI5WL5JvZ-2VoRBjDzXZ1VgW-mSJmk3xxAFj-1sE7dBEk8hupE1VOqrp-AkXStGhQv2GnL_s-YdszP9b8P5jeiDk8epoqp4tJauEBMs_9nEE0tW3ZWsEMHNnuJOzSvuY/s200/las+particulas++elementales.jpg" width="122" /></a></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><br />
</div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> De vez en cuando un escritor hace honor a esa palabra.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> De vez en cuando, cada vez más de tarde en tarde, un escritor consigue parir una OBRA, así, con mayúsculas.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> De vez en cuando un escritor logra escribir algo que de verdad merece la pena.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> De vez en cuando un escritor logra meter el dedo en la llaga para que salga toda esa maloliente y desagradable pus.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> De vez en cuando un escritor es capaz de nombrar las cosas por su nombre.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> De vez en cuando un escritor en vez de pluma utiliza un bisturí.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><br />
</div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> De vez en cuando un lector tiene que ejercer de lector.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> De vez en cuando, cada vez más de tarde en tarde, un lector entabla con la obra que lee una relación particular.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> De vez en cuando un lector deja el rastro de su mirada en un libro.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> De vez en cuando un lector siente que por dentro algo vuelve a nacer para volver a morir para volver a nacer para volver a morir.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> De vez en cuando un lector consigue leer.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> De vez en cuando un lector lee y además LEE.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> De vez en cuando un lector puede cerrar un libro con la certeza de que algún día volverá a abrirlo.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><br />
</div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> ADVERTENCIA: <em>Las partículas elementales</em> es un libro que todo amante de la literatura debería leer. Sin embargo, me veo obligado a no recomendarlo a aquellas personas especialmente sensibles, ya que la extrema dureza de algunas de sus descripciones junto con el profundo y radical nihilismo que transpira la obra hace que ésta sea de difícil digestión.</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="mso-tab-count: 1;"> MARCO A. TORRES</span></div><div class="MsoNoSpacing" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><br />
</div>MARCO A. TORREShttp://www.blogger.com/profile/07657033581103876646noreply@blogger.com4